El Teatro Cervantes vivió anoche una velada inolvidable con la puesta en escena de la zarzuela La del Soto del Parral, a cargo de la asociación ‘Amigos de la Zarzuela’ de Abarán, que volvió a demostrar su pasión y entrega por este género tan nuestro.
La obra, ambientada en tierras segovianas, gira en torno a Aurora, dueña del soto, y su esposo Germán, cuya tristeza y actitud despierta sospechas y desencadena un entramado de enredos, secretos y malentendidos que ponen a prueba el amor y la confianza entre los personajes.
Voces de altura y talento interpretativo
El papel de Aurora, interpretado por Belén López, destacó por la fuerza expresiva y la calidad vocal de la soprano, que supo transmitir la nobleza y el carácter decidido de la protagonista. Junto a ella, Antonio Torres como Germán ofreció un recital de entrega y matices, mostrando gran solvencia en los momentos más líricos de la partitura.
El tenor Gonzalo Terán dio vida a Miguel, con una voz clara y llena de musicalidad que cautivó al público.
El contrapunto cómico llegó de la mano de Isabel María Carrillo (Catalina) y Jesús de la Cruz Montiel PITI (Damián), que arrancaron carcajadas con sus diálogos chispeantes y su naturalidad sobre el escenario. Sus intervenciones aportaron frescura y simpatía a la representación, contribuyendo al dinamismo de la obra.
Mención especial merecen también Joaquín Reyes Martínez, que encarnó con solvencia a Tío Sabino, aportando solidez y presencia a uno de los personajes clave en el desarrollo de la historia, y José León, que dio vida a Tío Prudencio, provocando sonrisas con su simpatía y con las ocurrencias de un papel entrañable y divertido.
Un montaje cuidado y participativo
El vestuario, fiel al contexto de la zarzuela y lleno de detalles, ayudó a trasladar al espectador al ambiente castellano en el que se desarrolla la trama. La participación de la Escuela de Danza Caro Trigueros puso el broche de color y movimiento a la función, con unas coreografías que enriquecieron visualmente el espectáculo.
En el foso, la Orquesta Sinfónica del Valle de Ricote, bajo la dirección de Víctor Cano, ofreció una interpretación vibrante y cuidada de la inspirada música de Soutullo y Vert. La dirección escénica, a cargo de Jesús de la Cruz Montiel e Isabel María Carrillo, logró un montaje equilibrado, ágil y fiel al espíritu de la obra, con un notable aprovechamiento del escenario del Cervantes.
Reconocimientos y homenajes
Uno de los momentos más emotivos de la velada llegó con el homenaje a Don José Sánchez Molina “Ramper”, figura entrañable en la historia de la agrupación. Desde los años 80 formó parte de Amigos de la Zarzuela como tenor cómico, dejando una huella imborrable con su humor y su simpatía sobre el escenario. Aunque no pudo asistir por motivos de salud, la agrupación quiso reconocer públicamente su pasión por la zarzuela y su entrega artística. El trofeo, símbolo de este merecido reconocimiento, fue recogido en su nombre por su hija, en medio de un cálido aplauso del público que celebró con emoción este gesto de gratitud hacia uno de los pilares de la compañía.
Además, Jesús de la Cruz agradeció la colaboración de la Compañía Lírica Amigos del Arte de Abarán, así como con el apoyo de las concejalías de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Abarán, que hicieron posible que esta producción se llevara a cabo con tanto éxito.
Una cita para recordar
Tras el Canto a Murcia, el público despidió la representación con una gran ovación, agradeciendo el esfuerzo de todos los implicados y confirmando, una vez más, que la zarzuela sigue viva en Abarán gracias a la entrega de sus intérpretes y al cariño de un pueblo que mantiene esta tradición con orgullo y entusiasmo.
Vídeo del final de ‘La del Soto del Parral’ por los Amigos de la Zarzuela:

















