El viernes, 4 de abril, con el repicar de la última campanada de las cinco de la tarde, daba comienzo en el templo parroquial de San Juan Bautista de Abarán la escenificación del II Vía Crucis Juvenil viviente de Cuaresma.
Este fue representado por jóvenes de la parroquia y por un acompañamiento musical por parte del coro de la misma iglesia.
Vídeo del II Via Crucis juvenil viviente en Abarán:

El Vía Crucis estuvo dividido en cinco momentos y transitó por las calles del cabezo de la Cruz que se llenaron de curiosos y devotos y que, por momentos, nos transportó a la Jerusalén del siglo I.

Junto a los jóvenes actores, en su inmensa mayoría vinculados al proceso del sacramento de la confirmación, se portó un Cristo crucificado, el cual presidió todo el acto hasta ser enclavado cerca de la Cruz de la campanica. Fue allí, ante un público orante, donde se vivieron los momentos de más emoción, recogimiento y fe.
Tras el desenclavamiento, se retornó al templo donde se terminó de escenificar el Vía Crucis con la petición por parte de José de Arimatea del cuerpo de Jesús.
Desde su inicio, el Vía Crucis ha buscado ser más que una simple representación: es una manera de transmitir la fe a través de una experiencia visual y emocional. «Nuestras generaciones futuras son generaciones excesivamente visibles, todo entra a través de los ojos«. Bajo esta premisa, el evento ha incorporado elementos artísticos y escenográficos que facilitan la comprensión del mensaje cristiano en un contexto contemporáneo.

La organización de este año ha supuesto nuevos desafíos, especialmente en la búsqueda de participantes, ya que muchos de los jóvenes que formaron parte del Vía Crucis anterior ya han sido confirmados y no podrán repetir su participación. No obstante, Don Felipe Tomás, en una entrevista en Radio Abarán destacó la apertura del proyecto: «No es un grupo cerrado ni elitista, nosotros vamos abriéndonos según las necesidades«. Además, una de las principales novedades de este año es la invitación a los jóvenes de diferentes hermandades para que se unan al recorrido con sus túnicas, reforzando así el sentido de comunidad y tradición.

El párroco también enfatizó la importancia del ambiente que rodea esta celebración: «Queremos que la gente se conciencie de la importancia de recorrer este camino, que nos lleva a la Cruz pero también a un infinito amor«. La procesión, que se desarrollará desde la Parroquia de San Juan Bautista hasta el Cabezo de la Cruz, busca generar un espacio de oración y reflexión, en el que la música y la escenografía contribuyan a una experiencia de fe más profunda.

El Vía Crucis Juvenil no es solo un evento, sino un testimonio vivo de que la fe sigue presente en los jóvenes, adaptándose a sus inquietudes y lenguajes. Con esta iniciativa, la parroquia de San Juan Bautista reafirma su misión de evangelizar a través de la participación activa, el arte y la oración compartida.

Como culminación de la jornada, se celebró una Eucaristía con carácter vocacional, en la que se contó con la participación de 50 jóvenes de la Universidad Católica, reforzando el compromiso con la formación espiritual de las nuevas generaciones.

Por último destacar que durante la jornada de ayer nos acompañaron jóvenes de las distintas hermandades de Semana Santa de Abarán así como de un nutrido grupo de alumnos venidos de la UCAM que, junto a feligreses de la parroquia, llenaron tanto el templo como las calles por donde transitó este primer Vía Crucis viviente del pueblo de Abarán.
