La hermandad de San Juan Evangelista rindió la noche del Miércoles Santo, antes del comienzo de la Procesión General, unos sentidos homenajes a dos de sus componentes más queridos, fallecidos recientemente.
Por un lado Juan Gerardo Gómez Yelo, “Juanito” y, por otro, José Antonio Soler Gómez, “León”.
Tal y como dijo el presidente de la citada cofradía, Eugenio Gómez, “Juanito” era de esas personas que siempre estaban cuando se les necesitaba. Siempre con un “sí” por respuesta y dispuesto a colaborar en todo.
Gómez, definió al primer homenajeado como “un Sanjuanista cercano, cariñoso y con una sonrisa que le acompañaba a todas partes”, además no dudó en resaltar que “a Juanito le gustaba ayudar desde la sombra, sin hacer ruido y sin buscar protagonismo. Aparecía por el almacén, hacía lo que hubiese que hacer y se iba en silencio dejando su huella”.
“El León, por su parte, vivía San Juan con una intensidad que se notaba en su rostro cada vez que pasaba el trono. Su expresión cambiaba, se le iluminaba la cara”, aseguró, Eugenio, quien subrayó que era un “Sanjuanista hasta la médula, siempre se le veía ayudando en las tareas más pintorescas: colocando flores, preparando bocadillos, haciendo de todo con esa pasión suya que contagiaba a quien estuviera cerca”.
Ambos han dejado un legado enorme. No solo por lo que hicieron, sino por cómo lo hicieron: con el corazón en San Juan y con las manos siempre dispuestas. Y lo más bonito de todo es que ese legado sigue vivo, porque sus familias han tomado el testigo con la misma entrega y el mismo amor por esta hermandad. Son reflejo de lo que fueron ellos y ejemplo para los que vienen detrás.
El máximo responsable de la Hermandad, afirmó echarlos de menos pero, “también los sentimos aquí, presentes, caminando con nosotros, como siempre lo hicieron. Porque hay personas que no se van, simplemente se quedan en otro sitio… dentro de nosotros, en cada detalle, en cada paso que damos como hermandad”.
Para terminar su intervención Eugenio lo hizo en estos términos: “A ellos, nuestro homenaje eterno. A sus familias, todo nuestro cariño y admiración. Y a San Juan, que seguro los tiene a su lado, le pedimos que los siga guiando… como ellos nos guiaron siempre a nosotros”.
Gracias por tanto, Juanito. Gracias por tanto, León. Siempre estaréis con nosotros.
