No hace falta repetir que el origen de nuestra feria está en la devoción y el culto a dos médicos santos del siglo III llamados Cosme Y Damián y que es la conmemoración de su festividad cada año lo que está en la base de los festejos que en este pueblo tienen lugar a finales de cada septiembre.
En torno a ello, todos los años se viene repitiendo un ritual que apenas ha ido cambiando con el paso del tiempo. Pero los que tenemos como misión y afición el dejar constancia de lo que pasa en el presente para que sea conocido por las generaciones que nos sucederán en el futuro, hemos de dejar constancia de que en este ámbito religioso las celebraciones en este 2025 han sido bastante diferentes debido a una circunstancia ajena a este culto como es la restauración de la iglesia de San Pablo, iglesia que hunde sus raíces en los comienzos del siglo XVI, antes incluso de que comenzara la devoción a los dos Médicos santos que situamos a mediados de ese siglo.
Una vez ya transcurrido todo, sin duda nuestros Patronos habrán sentido extrañeza por algunas variaciones a las que no estaban acostumbrados. No les sorprendería la concurrencia tan numerosa a todo el novenario y el fervor y el recogimiento con que se vivió en su ermita. Pero sí que verían algo raro en esa procesión del 26 que hay que recalcar, una vez más, que es el acto central de todos los eventos festivos. Se extrañarían primero por el comienzo de su procesión, una hora más tarde que lo es siempre, y lo que más les llamaría la atención sería el recorrido pues, al salir de la entrada al entorno de la ermita no enfilaron en línea recta, sino que su trono se encaminó a la derecha para bajar por Médico Gómez y luego subir por San Damiàn y Doctor Molina en dirección contraria a como lo hacen siempre. Y lo más extraño, el que volvieran otra vez a su origen, a su ermita y ya de noche y no al anochecer como siempre lo es. Toda una serie de novedades de las que hay que dejar constancia escrita. Y, aunque siempre es mucha la gente que mueve esta procesión, pocas veces han contemplado nuestros patronos desde su trono tantos abaraneros en las calles del recorrido como han visto este año de tantos cambios.
Video de la llegada de la procesión del 26 de septiembre a la Ermita
Llega el día de su santo, que aquí, como en la mayoría de localidades que conocemos, se sigue celebrando el 27 de septiembre, aunque la Iglesia lo trasladó en el año 1969 al 26 para evitar la coincidencia con la festividad de San Vicente de Paúl, que se celebra ese día 27. Esperaban, como cada año, su procesión muy corta pero muy entrañable antes de la Misa solemne, pero, por razones logísticas, no se llevó a cabo este año, otra de las novedades.
Y, acostumbrados ya a no salir este año de su hogar, tampoco lo hicieron el día 29 para llevar a cabo la procesión más alegre de todas, en la que, a ritmo de pasodoble, siempre volvían de la iglesia a su ermita, pues un aviso de lluvia que nunca cayó lo impidió, otra de las novedades destacables en estas celebraciones religiosas tan especiales de este 2025.
A pesar de todas estas peculiaridades que, por supuesto, confiamos en que sean una excepción y todo vuelva a lo que ya era tradicional, han podido desde su camarín sentir la devoción y el calor de este pueblo un año más, que reconoce en su himno que al doliente dieron vida, para el pobre fueron oro, para el gentil, luz crecida, para el creyente, un tesoro.
JOSE S. CARRASCO MOLINA
