La Hermandad de San Juan Evangelista, celebró la tarde de este viernes, 27 de diciembre, en la iglesia de los patronos, San Cosme y San Damián, el penúltimo de los actos conmemorativos del 150 aniversario de su fundación (1874-2024) con una misa oficiada por el párroco de San Pablo, D. Miguel Ángel Saorín, en honor del patrón y el nombramiento de Hermano Mayor 2025, un título que ha recaído en Luis Jorge Tornero Fernández.
Video del acto
El presidente de la cofradía, Eugenio Gómez, definió al homenajeado como una muestra de «dedicación incansable, de entrega silenciosa y amor sincero». Y es que Luis Jorge, «siempre está ahí, velando por cada detalle: desde el cuidado del trono hasta la conservación de las imágenes», insistió.
Por ello, Gómez, destacó que al nombrarlo Hermano Mayor «queremos reconocer públicamente lo que su ejemplo nos enseña: que el servicio desinteresado, la generosidad y la fe son los pilares que fortalecen nuestra Hermandad y nos unen como una gran familia».
Seguidamente le hizo entrega del báculo que durante este año ha portado la imagen de San Juan Evangelista así como una lámina con la historia de la Hermandad y el pin de la misma.
Ya en el altar, tomó la palabra el recién nombrado Hermano Mayor quien comenzó su discurso agradeciendo este reconocimiento a la hermandad a la que pertenece desde pequeño con dedicación y devoción.
Durante su alocución, Luis Jorge, tuvo un emotivo recuerdo para algunas de las personas que le enseñaron a amar a esta hermandad, principalmente su padre, «quien nos transmitió a mi hermano y a mí su dedicación y devoción». También hizo mención a Fernando de Hoya (padre e hijo) y a David, quienes le permitieron coger el testigo de arreglar el trono y a San Juan. Tampoco se olvidó de otro de los pilares de la hermandad como es Jesús Morote «Bendito» quien desde hace muchos años se dedica al arreglo floral del trono.
En otro momento de su discurso, hizo un llamamiento a las nuevas generaciones para que tomen el relevo de «los que ya hemos cumplido nuestra tarea», matizó.
Antes de terminar dio las gracias a todas las Juntas Directivas que a lo largo de los años con esfuerzo, sacrificio, trabajo e ilusión han hecho que la Hermandad de San Juan Evangelista brille con nombre propio en la Semana Santa de Abarán, para concluir afirmando que «nací Sanjuanista y moriré Sanjuanista».