La Plaza Aranaga y Gorostiza de Hoya del Campo fue testigo anoche de un pregón inolvidable con el que arrancaron oficialmente las Fiestas en honor a Santiaggo Apóstol 2025. Los encargados de abrir esta edición fueron Paco Torres Belmonte e Isabel Pagán Marín, una pareja muy querida en el pueblo, que regaló al público un recorrido lleno de emociones, anécdotas y humor por su historia familiar y personal vinculada a esta pedanía abaranera.
Desde el primer momento, Paco e Isabel hicieron gala de complicidad, cariño y un profundo amor por su pueblo. El pregón comenzó con el relato de su infancia, sus raíces y los recuerdos imborrables de los veranos, las fiestas, las escuelas de antaño, las panaderías, los bares y los vecinos que marcaron sus vidas. Isabel recordó con ternura la figura de sus padres y abuelos, y cómo su familia, conocida como “la de los Gaspases”, ha estado siempre implicada en la vida festiva y cultural de la localidad.
Paco, con su habitual simpatía, relató entre risas cómo conoció a Isabel en un baile, sus inicios como “forastero” en la Hoya, y cómo acabó quedándose para siempre gracias al ambiente acogedor y a su amor por ella. Sus historias incluyeron momentos inolvidables en las carrozas, anécdotas con vaquillas, concursos de gachamigas, su faceta como profesor de kárate o sus desventuras con mascletás improvisadas.
Ambos dedicaron palabras llenas de orgullo a sus hijas, Isabel y Natalia, destacando sus logros personales y profesionales sin olvidar sus lazos con Hoya del Campo. El discurso también sirvió como homenaje a vecinos y familiares ya fallecidos, y como llamada a la participación activa para que las tradiciones no se pierdan.
Cerró el acto el alcalde de Abarán, Jesús Gómez, quien felicitó a los pregoneros por su entrega y por haber transmitido “un mensaje de ilusión, participación y esfuerzo” que, según dijo, debe inspirar a las nuevas generaciones. El alcalde puso en valor el papel de Paco e Isabel como ejemplo de compromiso con su comunidad, y animó a la juventud a construir su futuro “con trabajo, formación y constancia”.
“Lo más importante es intentarlo —señaló Gómez—. Y tanto Paco como Isabel lo han demostrado a lo largo de su vida. Que los éxitos no caen del cielo, pero con sacrificio y corazón, todo es posible”.
La noche terminó con una foto de familia, un cálido aplauso, y como ya es tradición, con el esperado bingo festivo. Así arrancan unas fiestas que prometen volver a llenar de alegría y convivencia las calles de Hoya del Campo.
