Como diría el Cronista Oficial de la Villa, José David Molina Templado, la Semana Santa de Abarán constituye una eclosión de sabor intimista y efectismo. Su belleza y singularidad convoca cada año a un gran número de fieles que, aglutinados en las callejuelas y plazas, contempla el paso de las procesiones por la villa.

Y eso fue lo que volvió a ocurrir la mañana del Viernes Santo en Abarán con la procesión del Vía Crucis, una de las más coloridas y multitudinarias que tiene su salida y llegada en el paseo de La Ermita.