Después de un tiempo inactivas, desde este sábado y como preparativo para la celebración de Nochevieja, el reloj de la iglesia de San Pablo volverá a dar las campanadas. Se pretende así, realizar los últimos ajustes para que todo esté a punto en el momento de dar las doce campanadas que marcan el final de 2017 y comienzo del año 2018.
Con los mimos necesarios a los que nos tiene acostumbrados de forma altruista su cuidador desde hace una década, Jesús Vicente Bru Amorós, este reloj, vuelve a marcar los cuartos, las medias y las horas con su precisión habitual y es que Jesús Vicente Bru, se desvive porque esta «joya», adquirida en el año 1940 por Nicolás Gómez Tornero, de la casa de relojería de D. José Blasco, se mantenga siempre a punto.