La sentencia dictada por la Audiencia Provincial lo señala como culpable de dos delitos de intento de asesinato en perjuicio de dos de los hermanos, aunque ha sido absuelto de la misma acusación respecto al tercero. A pesar de que la Fiscalía en un inicio había solicitado hasta 28 años de cárcel, posteriormente redujo su petición a siete y hasta contempló la posibilidad de que la pena fuera menor, lo que le habría permitido evitar la cárcel. No obstante, la condena establecida por el tribunal en principio implica su ingreso en prisión. Su abogado, Raúl Pardo-Geijo, aún tiene la posibilidad de apelar ante el Tribunal Supremo o solicitar un indulto, ya que la condena no supera los cinco años.
Durante el juicio, el acusado defendió con firmeza que jamás tuvo la intención de quitar la vida a nadie, pero el tribunal no ha dado validez a su testimonio. Valentín Sánchez, empresario de Abarán, ha sido condenado a un total de cinco años de prisión por haber disparado contra los hermanos Yepes en 2011, dejando a uno de ellos en una silla de ruedas.
Durante el proceso, el empresario argumentó que disparó contra la furgoneta en la que se encontraban los tres hermanos con el propósito de impedir que abandonaran el lugar hasta la llegada de la Guardia Civil, negando que su intención fuera herirlos. Sin embargo, la Audiencia subraya que su intención de acabar con sus vidas era evidente.
El tribunal califica los disparos como un «ataque a traición», indicando que ocurrieron de manera totalmente inesperada, dado que ya había pasado un tiempo tras un altercado previo. Según los jueces, el acusado aprovechó la proximidad con el vehículo y las características de la calle estrecha en la que se encontraban para llevar a cabo su acción.
Además, la Audiencia describe lo sucedido como una «emboscada premeditada» contra dos de los hermanos, quienes no tuvieron oportunidad de defenderse. En su fallo, concluyen que si las víctimas no perdieron la vida, no fue porque el acusado así lo decidiera o porque controlara la situación, sino debido a un factor externo y fortuito que escapaba a su voluntad.
El empresario ha sido condenado a indemnizar con más de 310.400 euros al hermano que quedó parapléjico y con 46.800 euros a otro de los afectados. Asimismo, deberá reembolsar al Servicio Murciano de Salud un total de 9.768 euros por los costos médicos y el tribunal deja abierta la posibilidad de que el hospital de parapléjicos de Toledo también le exija el pago por la atención brindada.
Por otro lado, la sentencia también impone penas de prisión a los hermanos Yepes, que oscilan entre un año y medio y siete meses y quince días, por delitos de coacciones y agresiones contra Sánchez y sus hijos. La Audiencia explica que el conflicto se originó por la conexión eléctrica en unas viviendas de los Yepes. Dichas viviendas requerían certificados técnicos que debían ser expedidos por Sánchez, pero este se negó a emitirlos hasta que se saldara una deuda pendiente. En este contexto, los hermanos Yepes acudieron aquel día a la nave del empresario en un estado de gran exaltación, manifestando una actitud agresiva, profiriendo amenazas de muerte y de incendiar el lugar, para luego proceder a agredir físicamente a Sánchez y a su familia.