Víctima de una larga enfermedad con la que luchó con enorme coraje y valentía, el corazón de Jesús Gómez Milanés (Abarán, 1945) dejó de latir esta semana. Amante de la Historia, empezó en 1969, junto a su hermano Gerardo, a trabajar en el mundo agrícola y fue una década más tarde cuando ambos fundaron en Abarán la empresa Frutas Esther SA, junto a sus socios de La Coruña, convirtiéndose con el paso del tiempo en una de las sociedades de referencia a nivel nacional en el sector hortofrutícola. Posteriormente se unieron a la firma su hermano Carmelo y los hijos de Gerardo Gómez.
Jesús estaba casado con María Pilar Fernández, con quien tuvo dos hijos, José Ernesto y Pedro, y dos nietas del primero de ellos. La vida de este abaranero estuvo siempre ligada a dos pasiones: su familia y su trabajo.
Persona austera, discreta e inteligente, siempre supo cuál era su sitio en la empresa, de ahí que se haya ganara el cariño de todos. Sus familiares recordaban ayer que «Jesús subía todos los días a la empresa, donde estuvo hasta el último minuto de su vida. También adoraba el campo y las fincas, donde se sentía feliz».