El 1 de mayo fallecía Carmelo Gómez Torres, nacido en Abarán en el año 1945.
El Dr. Carmelo Gómez fue Profesor Titular de Teoría y Filosofía del Derecho de la Universidad de Barcelona, ciudad a la que llegó en el año 1968 para finalizar la carrera de Derecho y en la que formó su hogar junto a su familia. La UB fue su segunda casa, donde expuso la tesis doctoral y fue profesor interino hasta 1980, cuando pasó a ser profesor titular de su disciplina tras opositar y conseguir plaza.
Durante más de cuarenta años impartió clase a unos cincuenta mil alumnos en la Facultad de Derecho, la de Ciencias Económicas, la Escuela Social de Trabajo y el Centro de Estudios Superiores Abad Oliva, entre otros.
El nombre de Carmelo está ligado al mundo del derecho en Cataluña, por sus clases han pasado personas que hoy ejercen como jueces, fiscales, abogados del Estado, registradores, notarios, abogados, profesionales de distintas ramas del derecho y personalidades de reconocido prestigio.
Carmelo era un apasionado del trabajo y tenía una gran vocación académica e investigadora. En su dilatada carrera asumió distintos cargos: Director del Colegio Mayor Universitario Ilerdense, vocal de la Fundación Luño Peña, vocal de la Junta Directiva del Observatorio sobre Bioética del Derecho y una larga lista de colaboraciones.
En el ámbito de la investigación de la teoría del derecho y de los derechos humanos publicó monografías y artículos destacados como el Diccionario jurídico de filosofía y Teoría del Derecho e Informática Jurídica. Recientemente recibió el Premio «Maestros del Derecho», otorgado por el Ilustre Colegio de Abogacía de Barcelona, en reconocimiento a su distingida trayectoria.
Desde su fallecimiento, se suceden artículos y publicaciones de compañeros y alumnos recordando la importancia de su figura. De él destacan, al margen de sus méritos académicos, el impacto de su faceta humana en las personas que lo conocieron. Lo recuerdan como un hombre «sencillo, dispuesto a ponerlo fácil y siempre con una sonrisa».
En un artículo* publicado hace unos días en La Vanguardia los autores recuerdan: «cuadraba los horarios, solucionaba los problemas del alumnado, por el que se desvivía (…) Era una persona querida, entrañable, cercana, que no tenía un no para nadie. Cuando había un conflicto en la facultad, él tomaba la palabra, hacía un discurso sobre el tema y, al final, la cuestión quedaba zanjada y no pasaba a mayores. Solucionaba todos los problemas con sabiduría y sentido del humor».
Pese a vivir la mayor parte de su vida en Barcelona, Carmelo permaneció vinculado a Abarán, a su familia y amigos de la infancia. Todos lo recordamos por su capacidad memorística y la atención que siempre tuvo hacia nosotros. Nunca olvidaba un cumpleaños, un santo o una fecha señalada de un ser querido; sonaba el teléfono y ahí estaba Carmelo recordándote que era un día importante, felicitándote y bromeando con la inteligencia que le caracterizaba. De niño le llamaban «Carmelo el Capitales» porque tenía una memoria tan prodigiosa que a los siete años recitaba todas las capitales de España, de Europa y del mundo sin pestañear, iguamente desde niño destacó por ser un buen ajedrecista. Hijo de una familia humilde, sus maestros de escuela le animaron a seguir estudiando el Bachiller conscientes de su capacidad, y sus padres lucharon para que él y su hermano mayor, Jesús, continuaran formándose académicamente.
Carmelo, un hombre bueno que ancló su vida en Barcelona junto a Elena, una mujer excepcional, inteligente y enérgica; una persona determinante en su carrera que ha dedicado la vida a él y a sus cuatro hijos, Edu, Carmelo, Xavi y Ana. Ahora también a sus nietos, Pau y Laia.
En su memoria, familiares y amigos celebrarán una misa el próximo jueves 16 de mayo, en la Iglesia de San Pablo de Abarán, a las 20 horas.
Entrevista en Radio Abarán
En diciembre de 2022 Carmelo fue uno de los protagonistas del programa de Radio Abarán “Más allá de la Garita”, que dirige y presenta José S. Carrasco, Cronista Oficial de la Villa.