En un encuentro marcado por la cercanía y la pasión por la palabra, el escritor murciano Paco López Mengual presentó ayer en Abarán sus dos obras más recientes: ‘Yo maté al Caudillo y otros relatos’ y ‘El último barco a América’. El encuentro que tuvo lugar en la Biblioteca Municipal D. José Vargas no solo fue una oportunidad para conocer estas publicaciones, sino también para adentrarse en la visión literaria de un autor que ha hecho de la memoria y la tradición popular el corazón de su narrativa.
El encargado de introducir al escritor fue Juan Antonio López Ribera, docente y divulgador cultural, quien ofreció una semblanza entrañable de Mengual y su obra. Destacó su capacidad para capturar el alma de lo cotidiano, para convertir lo local en universal, y para rescatar del olvido personajes y episodios que, aunque ficticios, beben de una realidad reconocible y profundamente humana.
Durante la conversación, Mengual compartió con el público el trasfondo de sus historias. Explicó cómo su experiencia como comerciante en una mercería, su relación con el entorno rural y su gusto por la historia oral han influido en su escritura. Subrayó el valor de las pequeñas anécdotas, de esas historias escuchadas en la trastienda o en la plaza del pueblo, que luego se transforman en relatos cargados de emoción, ironía y crítica social.
En especial, Yo maté al Caudillo reúne relatos donde la historia de España se entrelaza con la imaginación del autor, proponiendo una relectura lúdica y mordaz del pasado reciente. Por su parte, El último barco a América gira en torno al drama de la emigración, recogiendo los ecos de miles de vidas que partieron en busca de futuro. Ambas obras son un testimonio de cómo la literatura puede servir no solo para entretener, sino para recordar, cuestionar y comprender.
Más allá de los libros, el encuentro sirvió como reflexión sobre el poder del relato para conectar generaciones, para fijar en la memoria colectiva aquello que no debe perderse. Paco López Mengual, con un estilo directo, cercano y lleno de matices, sigue demostrando que contar historias es una forma de hacer justicia poética con la vida.
Vídeo del acto:

















