La situación que atraviesan las fuerzas de seguridad que operan en Abarán es insostenible. La Policía Local y La Guardia Civil denuncian falta de efectivos y medios desde hace años, pero la gota que ha colmado el vaso se produjo en la madrugada del domingo, cuando un vecino, que momentos antes había participado en una trifulca en plena calle, se acercó a las dependencias policiales y causó destrozos. Los dos únicos agentes locales de guardia, para una población de 13.000 habitantes, se vieron obligados a pedir ayuda a sus compañeros de Blanca y a la Guardia Civil de Archena.
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Fuentes policiales indicaron que «da tristeza ver la degradación de un pueblo tranquilo y cómo la dejadez de las corporaciones nos ha llevado al límite». Precisamente, en la trifulca de esa noche, los efectivos no pudieron detener a una persona implicada por falta de medios, mientras este les insultaba. Ya en comisaría, los agentes se percataron de que uno de los implicados en la reyerta comenzó a golpear una cristalera, que acabó destrozada.
Hasta ahora, solo hay dos agentes en cada guardia, lo que ha llevado a los efectivos a denunciar la situación de «precariedad». Y en la Guardia Civil, la realidad no es mejor, ya que el cuartel solo abre tres mañanas por semana.
El alcalde, Jesús Gómez, lamentó los incidentes ocurridos y aseguró que, «en próximas fechas, se instalará una puerta de seguridad en la comisaría de la Policía Local». También anunció que pedirá a la Delegación del Gobierno más efectivos de la Guardia Civil. Y avanzó que el 16 de noviembre tomarán posesión cinco nuevos agentes de la Policía Local.