Agustín Ramos cumplirá la próxima semana sus seis primeros meses como presidente del Real Murcia, pero 116 días al frente del club grana ya pesan como una losa de varias toneladas en la espalda del empresario de Abarán.
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Viviendo en medio de una especie de ‘juego de tronos’ con vistas a una junta de accionistas que aunque todavía no se ha convocado ya es la principal preocupación de los que acechan cualquier tropiezo de Ramos para regresar al poder, el máximo responsable del Real Murcia también ha visto como a las primeras de cambio se ha abierto una crisis deportiva que no tiene visos de solucionarse de forma rápida.
Y es que a la vez que el Real Murcia quema jornadas, Agustín Ramos aumenta sus dudas sobre qué camino tomar para intentar voltear la trayectoria deportiva. Si, después del empate frente al Pulpileño en Nueva Condomina, el presidente murcianista ni quería escuchar a los que le pedían tranquilidad y paciencia, con el paso de los días al abaranero le empieza a pesar demasiado la responsabilidad del cargo, algo parecido a lo que le ocurrió en la temporada pasada a sus antecesores.