Este, sábado 8 de junio, el alojamiento urbano Áureo se convirtió en el escenario de una celebración sin igual. La Hermandad de San Juan Evangelista de Abarán conmemoró su 150 aniversario con una comida que combinó emoción, tradición y un sentido homenaje a su historia.
La jornada comenzó de manera solemne. Los asistentes, llenos de respeto y gratitud, guardaron un emotivo minuto de silencio en memoria de los sanjuanistas fallecidos a lo largo de estos 150 años. Este gesto no solo marcó el inicio de la celebración, sino que también recordó a todos los presentes la importancia de la hermandad y el legado dejado por aquellos que ya no están.

El ambiente se tornó festivo con la rifa que se llevó a cabo durante la comida. La emoción y la expectativa se palpaban en el aire mientras los asistentes esperaban los resultados del sorteo. Entre los premios destacados, se encontraban botellas de vino, deliciosas piezas de embutido, un codiciado jamón y, como premio estrella, una visita al spa de Áureo para dos personas. La rifa no solo añadió un toque de diversión a la jornada, sino que también fortaleció los lazos entre los miembros de la hermandad.

La celebración culminó con un momento de gran simbolismo y reconocimiento. Dos figuras ilustres de la hermandad, Don Daniel Juliá Valera y Don Luis Jorge Tornero Fernández, recibieron el emblema conmemorativo del 150 aniversario. Este reconocimiento no solo honró su dedicación y compromiso con la hermandad, sino que también resaltó la continuidad de la tradición y el espíritu sanjuanista en Abarán.

La comida del 150 aniversario de la Hermandad de San Juan Evangelista de Abarán fue, sin duda, un evento memorable. Un día lleno de emociones, recuerdos y celebración que reafirmó el orgullo y la unidad de todos sus miembros, proyectando con fuerza el legado de la hermandad hacia el futuro.
