Y han pasado ya 37 años desde que el nombre de Abarán saltó a toda España gracias a la retransmisión desde nuestra iglesia de San Pablo de la Misa de Reyes por la segunda cadena en la mañana del 6 de enero de 1985.
Fue una ocasión única y extraordinaria para dar a conocer este pueblo escondido en un valle maravilloso pero bastante desconocido y en ese momento aún más que ahora.
Entonces, el programa Pueblo de Dios, que retransmitía cada domingo desde un punto de la geografía nacional la misa dominical, tenía una gran audiencia y había que insistir mucho para conseguir esa retransmisión en directo de la misa de cada domingo.
Pero aparece en escena un hombre que a su amor apasionado por este pueblo unía una gran tenacidad para conseguir lo que se proponía, y este hombre era Pedro Carrillo Martínez (Pecamar) que fue el que, meses antes de nuestro Día del Niño, empezó a solicitar la retransmisión de la misa de Reyes matinal desde aquí e insistiendo, insistiendo, lo consiguió. Y, sin duda, fue un evento digno de aparecer en la historia de este pueblo no solo por la repercusión que Abarán alcanzó a nivel nacional sino también por la ilusión que concitó entre todos los abaraneros, que se unieron como una piña para conseguir trasladar a toda España una buena imagen de su pueblo. Ilusión y unidad son los componentes que, unidos, están en la base de toda empresa en común.
Hay que reseñar que contó siempre con el apoyo del Ayuntamiento, encabezado entonces por Antonio Morte que se ilusionó también con el proyecto.
Pero hay otro nombre propio que hizo posible este evento televisado y fue el director del programa, el padre Eduardo Gil de Muro que fue quien aceptó la ilusionada propuesta y accedió a que los equipos de TVE se desplazaran a este rincón del valle. Y este hombre, en el poco tiempo que estuvo entre nosotros, tomó un especial cariño por lo que vio y por cómo se le trató.
Además se daba la coincidencia de que era de Arnedo, un pueblo riojano donde también son patronos San Cosme y San Damiàn. Por todo ello su despedida no fue para siempre sino que en el 1987 fue nombrado pregonero de las fiestas de Abarán, algo que fue para él motivo de gran agradecimiento.
Evidentemente, el gancho que motivó la retransmisión fue la celebración de la fiesta del Niño. Y por ello, antes de la misa, se emitió un reportaje sobre nuestra fiesta. Pero surgió un problema y es que las imágenes que había en los diversos archivos no tenían la suficiente calidad para elaborar este reportaje. Y la solución era complicada, era un difícil reto pues nada menos que había que hacer una simulación de la salida y de la fiesta para enseñar a toda España su grandeza y su peculiaridad. Pero el pueblo respondió y creo recordar que el 4 de enero se revivió todo el ritual desde la bendición de los Niños a la salida masiva en el atrio hasta la visita a la residencia o a una casa, que fue la de Domingo el Carpintero.
Cientos de personas actuamos de “extras” y nadie se percató de si eso era real o ficción. Un primer éxito.
Tras ese entrañable y bien logrado reportaje, ya comenzó a retransmitirse en directo la Misa de Reyes, una de las señas de identidad de este pueblo. Fue invitado a presidirla el obispo Don Javier Azagra y con él concelebraron D. Francisco Gil, entonces párroco de San Pablo, Don Josè Mª Hidalgo, entonces de San Juan Bautista, Don Ernesto Meseguer, párroco de la Hoya, y Don Antonio Yelo y Don José Moreno, sacerdotes del pueblo.
Esta Misa tiene como peculiaridad, además de la presencia de los Reyes Magos, el acompañamiento musical, pues desde los años 40 se viene cantando la Misa Pastoril de J.R. Gomis que ya es algo nuestro. Acompañada por villancicos muy nuestros, fue lo que más impresionó de la transmisión. Y aquí hay que citar otro nombre propio, el de José David Molina Templado, director del coro, que fue capaz de aglutinar las voluntades de más de 80 personas que emplearon mucho tiempo en ir ensayando hasta perfilar y perfeccionar esta misa que ya veníamos cantando mucho tiempo pero que necesitaba esta “puesta a punto”. Y la verdad es que supuso un gran realce para esta misa y luego se nos comunicó que habían llegado bastantes mensajes a TVE felicitando por esta retransmisión.
Fue todo un conjunto del que Abarán puede sentirse orgulloso pues durante una hora fuimos protagonistas para toda España y conseguimos exportar nuestro pueblo por toda la geografía nacional.
Pero, junto al orgullo, al ver estas imágenes sentimos nostalgia pues, aunque dice Luis Alberto de Cuenca en un verso que “la nostalgia es un burdo pasatiempo”, no podemos evitar que este sentimiento nos recorra el espíritu de arriba abajo. Nostalgia de ver cómo hemos cambiado en casi cuarenta años pues hay quien apenas se reconoce, pero también nostalgia y recuerdo de aquellos que ya no están junto a nosotros y que nos dejaron una huella difícil de borrar. Y así en el coro nos vienen al corazón los recuerdos de Juanita Templado y su hermano Luis o Mercedes Caballero o la entrañable Marica del León o Marica de la Luz o Carmen o Emiliano o el Rin o Estanislao o Segis o Pichonga o tantos otros que ya nos dijeron adiós pero a los que mantenemos muy vivos en el recuerdo.
Es verdad que en este tiempo han cambiado muchas cosas, hemos cambiado todos y ha cambiado casi todo, pero aún permanece el cariño por esta fiesta, la devoción a un Niño al que ojalá podamos volver a besar con nuestros labios en el futuro, aunque ahora debamos conformarnos con hacerlo con el corazón.
JOSE S. CARRASCO MOLINA (Cronista Oficial de la Villa).
