
En el pórtico de unos días que son tan especiales en todo el orbe cristiano, la Hermandad de Ánimas quiso volver ya a la normalidad de sus actividades y organizar de nuevo el Pregón de Navidad encomendándolo al periodista Jesús Cobarro Jaén quien realizó el encargo de una manera muy cuidada, entremezclando en su intervención sus recuerdos de infancia con la profundidad teológica de la celebración de estos días, definiéndose como “abaranero militante”
Y así, entre las evocaciones de las luminarias o de la elaboración de los dulces caseros o las misas de gozo o los belenes o la cena familiar de Nochebuena o las vivencias en torno a la Noche del Niño, fue profundizando en el sentido cristiano de estas fiestas, desde la corona de adviento a la pobreza del pesebre o al mensaje de fe de los Reyes o al valor de la Epifanía.

Entre otras afirmaciones resaltó la necesidad de que “se vigile la salud de nuestras tradiciones”, algo que la Hermandad de Ánimas viene haciendo año tras año, lo que el pregonero agradeció de corazón, pues consiguen organizar una fiesta que “imprime carácter”.
Con vivas al Niño Jesús y a Abaràn acabó su pregón, siendo largamente aplaudido por los asistentes.

La presentación estuvo a cargo de Álvaro Carpena quien definió este pueblo como un pueblo con alma y parte de esa alma son las campanas. Igualmente distinguió entre tiempo cronológico, que no se detuvo en la pandemia, y el tiempo litúrgico que sí sufrió un paròn que ahora el pueblo está recuperando.


Tras el pregón, la Hermandad de Ánimas, representada por su presidente Movar, hizo entrega de varias distinciones a personas vinculadas con la Hermandad como Ezequiel Salmerón y Juan Antonio Gómez, «Juanito», animeros que siempre han estado disponibles para lo que hiciera falta.


También fueron reconocidas, Isabelina de Arturo, que ha cosido con suma delicadeza los trajes de muchas imágenes e Isabel Carrasco, “de Jarras” que ha colaborado con su guitarra y su coro al esplendor de esta fiesta.

Tras ellos fue distinguido como “Animero de Honor” Damián Yelo Salmerón de quien el presidente destacó también su afán de servicio.


El alcalde intervino al final del acto destacando que el pregón había sido una pieza perfectamente hilvanada y deseando que el agua, que caía en forma de lluvia, purifique nuestra atmósfera y nuestro espíritu.

Con el canto de villancicos populares acabó este acto que, como todo el tiempo de Adviento, es una preparación para la gozosa Navidad.
Video del acto
