Según publica el diario LA OPINIÓN, Joaquín G. V., el acusado de matar a su anciana tía en su domicilio de Abarán el año pasado, se enfrenta no solo a un delito de asesinato: la Fiscalía ha formulado una querella, con carácter ampliatorio, y lo investiga no solo por el crimen, sino por delitos contra la libertad sexual, cometidos, presuntamente, contra Maruja, la víctima mortal.
A raíz de las diligencias de investigación practicadas, el Ministerio Público formulaba querella por un presunto delito contra la libertad sexual cometido contra la víctima con anterioridad al crimen. Ya la Policía Judicial sospechaba que el asesinato podría tener un móvil de índole sexual, y los indicios se relacionan con una serie de conversaciones de WhatsApp mantenidas entre Joaquín y una prima suya, sobrina, por tanto, de la difunta octogenaria.
Se da la circunstancia de que la hermana de la víctima, también una mujer anciana, declaró en sede judicial, en el marco de la investigación del crimen, que su sobrino había llegado a masturbarse delante de ella.
El caso sigue su curso. Ahora, la titular el Juzgado de Instrucción nº 4 de Cieza quiere que se examine el contenido de dos teléfonos móviles del procesado, para ver si contienen información referente a estos supuestos ataques sexuales que ahora denuncia la Fiscalía. Noticia completa publicada en LA OPINIÓN.