Según publica hoy el diario LA VERDAD en un artículo firmado por Jesús Yelo, El Ayuntamiento de Abarán extinguirá el servicio en el Punto de Atención a la Infancia de Hoya del Campo por presentar diversas deficiencias en el propio centro educativo.
Posteriormente, el gobierno local procederá a rescindir el contrato de sus tres trabajadoras, que vienen desempeñando su actividad como personal laboral indefinido. Así lo comunicó el alcalde, Jesús Gómez Montiel, quien afirmó que, «debido a que la Consejería no autoriza su apertura, Intervención no admite que el Ayuntamiento tenga personal contratado a tal efecto para un servicio que no se va a prestar, de ahí la rescisión de los contratos».
El centro educativo ya no abrió sus puertas el pasado lunes a los diez niños matriculados, explicaron las trabajadoras. Los niños serán trasladados a otros centros educativos de Abarán, Blanca y Cieza, según confirmaron las trabajadoras a este diario.
La pasada semana, la vicepresidenta del gobierno regional y consejera de Mujer, Familia y Política Social, Isabel Franco, y el alcalde mantuvieron un encuentro con el objetivo de «buscar el mejor proyecto de reforma y poder garantizar las condiciones de seguridad para los niños». Franco explicó que «no se puede poner en riesgo ni la seguridad ni la salud de los menores, de ahí que se concederá autorización para que este centro pueda funcionar cuando el Ayuntamiento subsane todas las carencias que presenta». Sin embargo, recalcó que «nos hemos puesto de acuerdo para buscar la mejor solución, que pasa por un proyecto de reforma integral con las garantías exigidas por la normativa vigente».
Sin plan de emergencia
«El centro carece de un plan de emergencia y de evacuación, y necesita solucionar problemas que afectan a pavimentos, cristaleras y aseos, y no tiene extintores», afirmó el alcalde. El proyecto contempla un presupuesto cercano a los 65.000 euros, y contará con nuevo mobiliario y aseos, entre otras actuaciones.
Las tres trabajadoras salieron «decepcionadas» de la reunión. «El alcalde no nos dejó ir al encuentro con la consejera. Gómez fue a la reunión a hundir la guardería, porque quiere cortar cualquier tipo de vínculo con nosotras», explicó una de las empleadas. Ayer, el primer edil hizo hincapié en que «hemos tratado el asunto con el máximo respeto y no podemos recolocar a las trabajadoras».