Hace apenas unos días fue la primera vez que tuvimos noticias de que con el confinamiento, el ambiente más limpio y silencioso, había provocado una imagen en nuestro municipio que antes hubiese costado mucho más entender.
Entonces se avistó un grupo de cabras montesas por las inmediaciones de la Estación de Servicio Montepinar.
Este sábado la fauna se adentró todavía más en el casco urbano y recorrió un terreno que algún día le correspondió.
Durante la mañana se pudo ver nuevamente a un pelotón de estos bóvidos de pelaje color canelo, salir de su refugio rocoso en la periferia del pueblo y desplazarse a sus anchas por varias calles, llegando a subir a algunos tejados sintiéndose dueños de zonas dominadas hasta ahora por el hombre.