El programa de la television autonómica 7RM recogió el pasado 6 de enero varios momentos de la celebración de la Noche del Niño para su programa «El corazón de la Fiesta».
Cada 6 de enero, el pueblo de Abarán, en la Región de Murcia, celebra una de sus tradiciones más emotivas y arraigadas: el Día del Niño Jesús. Este evento, coincidente con la festividad de Reyes, transforma las calles en un escenario de fervor religioso y celebración comunitaria. Este 2025, la conmemoración adquiere un significado especial, ya que la Hermandad de Ánimas celebra su 150 aniversario, fortaleciendo aún más los lazos entre fe, historia y cultura local.
El día comienza temprano, con visitas a hospitales y residencias donde la imagen del Niño Jesús lleva esperanza y consuelo a quienes no pueden unirse al resto del pueblo. La jornada continúa con la Santa Misa y una procesión que es, a la vez, solemne y vibrante. Al caer la tarde, el Niño Jesús recorre las calles, bendiciendo cada hogar y comercio abierto para recibirlo, una tradición que comenzó hace más de un siglo durante una epidemia, cuando un sacerdote llevó la imagen a las casas para acercar la fe a quienes no podían asistir a la iglesia.
Preparar al Niño Jesús para esta celebración es un acto de devoción compartida. Los trajes, confeccionados con esmero por modistas locales, son adornados con claveles y otros detalles que reflejan el cariño de la comunidad. Las familias abren sus puertas no solo al Niño Jesús, sino también a amigos, vecinos y visitantes, convirtiendo cada casa en un pequeño epicentro de alegría y convivencia.
En este día tan especial, las calles de Abarán se llenan de música tradicional, como el sonido de las castañuelas y los villancicos entonados por jóvenes y mayores. Aunque es el Día de Reyes, el verdadero protagonista es el Niño Jesús, que une a todo el pueblo en una celebración de humildad, esperanza y gratitud.
Con la implicación de las nuevas generaciones, la Hermandad de Ánimas asegura la continuidad de esta tradición, transmitiendo su significado a quienes, en el futuro, serán los guardianes de esta herencia cultural y espiritual. La Noche del Niño en Abarán no solo es un evento religioso, sino también una expresión del alma de un pueblo que se enorgullece de su historia y sus valores.
