A las 12 del mediodía de este domingo, 1 de noviembre, en la solemnidad de la celebración del Día de Todos los Santos, tuvo lugar en el cementerio municipal una Santa Misa en memoria de todos los difuntos, oficiada por el cura párroco D. Alberto Guardia.
Una celebración que en este año tan atípico azotado por la pandemia del coronavirus, contó con restricciones de aforo, y con todas las medidas de seguridad sanitarias.
Aunque se dispusieron 100 sillas por parte del Ayuntamiento de la localidad, perfectamente separadas para cumplir con la distancia interpersonal, no se ocuparon en su totalidad, y es que, los abaraneros y abaraneras, visitaron a sus seres queridos en esta fecha tan señalada, de forma escalonada para evitar aglomeraciones, tal y como se había recomendado desde las instituciones municipales.
La ceremonia religiosa a la que asisitió el alcalde de la localidad, Jesús Gómez, estuvo presidida como ya es tradicional por una imagen vestida del Niño Jesús. La parte musical de la celebración corrió a cargo una vez más del coro parroquial de San Juan Bautista.