Un año más se puso de manifiesto la fe que los abaraneros profesan cada primer viernes de marzo al Cristo de Medinaceli, ya que desde primeras horas de la mañana fueron acudiendo masivamente a su besapiés que duró hasta las once de la noche.
Nadie quiso dejar de acercarse hasta la iglesia de San Juan Bautista para besar el pie derecho del Cristo, o realizar otro gesto de adoración, como manda la tradición, y tener un momento de recogimiento ante esta preciosa imagen.
Los días previos a este acontecimiento se dedicó un solemne triduo al Cristo que finalizó con una misa cantada.