Cuando el reloj marcaba las 12 en punto de la noche de este domingo 29 de septiembre, se prendía la mecha de la traca fin de fiestas, con la que concluyen los festejos celebrados este año 2024 en honor a San Cosme y San Damián y la Virgen del Oro.
En esta ocasión, los encargados de encender la tradicional traca fueron tres destacados deportistas abaraneros; Raúl Martínez, atleta; el jugador de baloncesto, Hugo Molina y la futbolista, Martina Gómez. Los tres elegidos por la concejalía de Festejos para llevar a cabo este singular cometido, tienen en común los grandes logros conseguidos a pesar de su juventud, pues Raúl el último título sumado a su largo palmarés fue la medalla de oro en el Campeonato de España de Atletismo Adaptado por Clubes. Hugo, por su parte, fue convocado por la Selección Española de Baloncesto U14 para el programa de tecnificación que el combinado español llevó a cabo del 2 al 8 de agosto en Guadalajara donde disputó un triangular con Francia y Portugal y, Martina, a sus 14 años, ya ha estado concentrada con la Selección Española de Fútbol Femenino Sub-14 además de haberse proclamado campeona de España de Fútbol Playa con la Selección Murciana.
Instantes antes de que se quemara la pólvora los tres jóvenes agradecieron al Ayuntamiento el haber sido elegidos para este simbólico momento.
Acto seguido, en presencia de la concejala de Festejos, Fátima Saorín y del edil de Tradiciones, Jaime Tornero, y rodeados de familiares y amigos, arrimaron la llama de la bengala que sujetaban con una larga caña y prendieron la traca con la que se pone el punto y final a unas fiestas que oficialmente arrancaron con la lectura del pregón, que este año corrió a cargo de Ana Vanesa Valero.
Video de la traca
Durante el recorrido de la traca, que se inició en la calle Rosario, cientos de vecinos cumplieron con la centenaria costumbre de correr delante de la misma durante todo su itinerario que, una vez más, discurrió por las calles, Rosario, bajada por San Damián, tramo de Luis Carrasco para subir por Médico Gómez, Doctor Molina hasta la Plaza de la Zarzuela donde se escuchó el habitual “Trueno gordo”.