El Centro Cultural Puertas de Castilla de Murcia acogió ayer por la tarde el acto público titulado “¿Debe Europa rearmarse?”, una convocatoria que llenó prácticamente el salón de actos y que sirvió como espacio de reflexión y debate ciudadano sobre las consecuencias sociales, políticas y geoestratégicas del aumento del gasto militar en Europa.
El encuentro, organizado por Yay@Flautas en colaboración con la Asociación Entre Pueblos, contó con la participación de representantes de distintas fuerzas políticas —Izquierda Unida-Verdes, Podemos, Movimiento Sumar y PSOE—, mientras que el Partido Popular, también invitado a la mesa, declinó finalmente asistir. El debate fue moderado por Héctor Illueca, inspector de Trabajo y vicepresidente segundo de la Generalitat Valenciana.
La abaranera, Penélope Luna, coordinadora regional de Izquierda Unida-Verdes, intervino con una contundente crítica al discurso oficial que promueve el rearme europeo. “La paz no es compatible con el rearme”, afirmó, denunciando que lo que se presenta como un refuerzo de la defensa común es, en realidad, “una operación política y económica que debilita nuestras democracias, vacía nuestros servicios públicos y pone en peligro la paz en nuestro continente”.
Luna subrayó que no existe un déficit militar real en Europa, y que el continente ya cuenta con ejércitos bien dotados, una red extensa de bases militares, alianzas internacionales activas y un presupuesto considerable. Frente a la presión para elevar el gasto militar al 2%, 3% o incluso 5% del PIB, advirtió de las consecuencias sociales de esta decisión: “Solo en España, alcanzar ese 5% supondría destinar 59.000 millones de euros anuales al presupuesto militar, lo que implicaría recortes drásticos en derechos sociales y servicios públicos”.
Según datos del informe “Consecuencias del rearme en cifras”, citados por la representante de IU, ese nivel de gasto implicaría recortar un 13% del gasto social, invertir ocho veces más en armas que en vivienda y dedicar casi tanto a defensa como a todo el sistema educativo.
“La seguridad no son más misiles. La verdadera seguridad son más hospitales, más escuelas, empleos dignos y protección social. Eso es lo que llamamos seguridad humana”, defendió Luna, que también abogó por un nuevo modelo europeo basado en la diplomacia, la cooperación y el desarme progresivo. Reivindicó además que Europa rompa con la lógica de bloques y construya una arquitectura de seguridad compartida, con soberanía y sin la tutela de la OTAN.
Entre las propuestas de Izquierda Unida, destacó:
– Un plan de reconversión industrial del sector armamentístico, hacia una producción civil, verde y útil socialmente.
– Control estricto del comercio de armas, prohibiendo su exportación a países en guerra o que violen los derechos humanos.
– Refuerzo del multilateralismo, con una ONU democratizada y una OSCE revitalizada.
– Inversión masiva en políticas sociales y climáticas, como pilar de una seguridad del siglo XXI.
“La paz no se logra con sacrificios impuestos desde arriba. Se construye con voluntad política, con justicia y con organización popular”, concluyó Luna, recibiendo un cálido aplauso del público.
También intervinieron en el acto Víctor Egio, diputado de la coalición Podemos-IU, y Juan Carlos Pastor, de Movimiento Sumar, quienes ofrecieron visiones críticas al incremento del gasto militar, defendiendo la diplomacia y los derechos sociales como base de la seguridad en Europa. Por su parte, Susana Hernández, en representación del PSRM, defendió abiertamente el rearme y el aumento del gasto militar, en una intervención que contrastó con el enfoque mayoritario del acto.
