A petición de los vecinos de Hoya del Campo y tras ser aprobada en el pleno del Ayuntamiento de Abarán celebrado el pasado mes de junio la moción presentada por los concejales de UyD, Fernando Martínez y Jaime Tornero, la pedanía cuenta desde este domingo con una calle que lleva el nombre de Pilar López Salar, fallecida a los 71 años el 2 de febrero de 2021.
Nacida en Cancarix el 8 de enero de 1950, cuando sólo tenía 7 años, Pilar llegó junto a sus padres y sus 6 hermanos a Hoya del Campo, donde pasó su infancia en la calle San Isidro hasta que se casó con Pedro Pagan Ramírez. Desde el año 1982 y hasta su jubilación en 1999, el matrimonio regentó el bar del Hogar Social el Barco, desde entonces se la conoció como Pilar del Barco.
Tanto Pilar como su marido han dedicado sus vidas a los vecinos y vecinas de esta barriada, sirviendo comidas diarias a los trabajadores del campo de los almacenes de frutas. Fue una persona excepcional y alegre, haciendo que todos se divirtieran con sus ocurrencias y disfraces. Colaboró en todos los actos de su pueblo, las Fiestas Patronales, en desfiles de carrozas o en los carnavales.
La homenajeada a título póstumo, tenía el don de agradar a todo el mundo, pues era una persona muy querida por todos sus vecinos.
En el acto, al que acudieron numerosos familiares y amigos, estuvo presente también el alcalde de la localidad, Jesús Gómez, acompañado de varios miembros de la Corporación Municipal.
Tras bendecir el sacerdote de la iglesia de Santiago Apóstol, D. David Baños, la calle con el nombre de Pilar López Salar, tomó la palabra su hija María José, quien visiblemente emocionada agradeció a todos sus vecinos este gesto a la vez que recordó el talante afable de su madre.
Antes de que el marido de Pilar cortara la cinta de la calle que lleva el nombre de su mujer, el alcalde se dirigió a los presentes destacando que «Es entusiasmante poder ver esta muestra de unidad, generosidad y de sencillez».
«Todo el amor que ella ofrecía a las demás personas, hoy se lo devolvemos con este gesto tan bonito» concluyó Jesús Gómez.
