Raúl Martínez Garrido fue en 2019 doble campeón de España de atletismo. Tanto él como su entrenador soñaban con lograr la clasificación este verano para Tokio 2020, pero ahora tendrá que esperar.
Noticia publicada por La Opinión
Dice Paulo Coelho en El Peregrino que «muchas veces, en nuestra existencia vemos rotos nuestros sueños y frustrados nuestros deseos, pero es preciso continuar soñando, si no nuestra alma muere». Así es para miles de deportistas que han visto cómo infinidad de competiciones programadas para 2020, entre ellas la más importante, los Juegos Olímpicos, se han pospuesto a 2021. El coronavirus, esa pandemia mundial que se ha cobrado miles de víctimas, ha tocado a todos. Pero muchas veces nos olvidamos de esos deportistas con discapacidad, en definitiva, con otras capacidades, que emplean el mismo esfuerzo y entusiasmo que el resto para alcanzar sus metas. En esa situación se encuentra un joven abaranero, Raúl Martínez Garrido, de solo 21 años de edad que tenía puesta la mirada en las Paralimpiadas de Tokio. A él incluso le ha venido bien ese forzoso retraso, ya que tendrá un año más para seguir mejorando.
Raúl está entrenado por Manuel Martínez Díaz ‘Forri’, quien ha dirigido desde 1992 a destacados deportistas con discapacidad como el aguileño José Antonio Expósito, triple medallista de oro paralímpico, y el ciezano Pascual Fernández, campeón del mundo de 5.000 metros, entre otros. Este experimentado técnico tiene ahora en sus manos a otra perla por pulir, que apenas ha dado los primeros pasos en el mundo del atletismo pese a que ya ha logrado una plata en el Campeonato de España de campo a través y un oro en el Nacional de 10K y 5K en pista en 2019. «Raúl es un crack, hay que reconocerlo, pero tiene mucho que trabajar aún», dice Forri, que es profesor de Educación Físico en el colegio Los Albares y entrenador nacional de atletismo.
«Empecé a hacer deporte de pequeño. Jugaba al fútbol sala pero me cambié al baloncesto, donde estuve poco tiempo, para con 15 años empezar en el atletismo», explica Raúl Martínez, quien hasta hace muy poco no seguía una rutina de entrenamientos bajo supervisión técnica, como hace en la actualidad. «La familia de Raúl me buscó porque hacía pruebas populares, pero sin entrenamientos serios. Salía con unos y otros a correr, sin más. Ya me habían hablado de él, de las posibilidades que tiene, y ha entrado en el programa de Promesas Paralímpicas españolas. Desde Madrid le están haciendo un seguimiento y ahora, durante la Semana Santa, se iba a ir concentrado con la selección española, pero no ha podido ser, como tampoco pudo estar en el Nacional de Pamplona al aplazarse por el coronavirus» el mismo fin de semana que se decretó el confinamiento.
Su afición por el atletismo surgió porque «vi a un amigo de Abarán correr y dije de probar. Me gustó desde el primer día y me apunté al club de Cieza, el Athleo, donde estuve dos años, pero como no podía ir siempre allí, me pasé al Club Atletismo Abarán, pero otro amigo que me conocía de Cieza fue el que me llevó hasta el club de discapacitados», narra.
Raúl Martínez ha acumulado un buen número de triunfos en carreras populares, siendo el mejor sub-23 en la Media Maratón de Orihuela, en los 10K de Cabezo de Torres y en la misma distancia en el Murcia Maratón. A nivel regional ha sido subcampeón de 10K, y ganador de campo a través, así como de 1.500 y 5.000 en pista en 2019. «Antes solo hacía carreras populares, pero desde que estoy en pista y en cross he sido campeón de España y logré una marca de 9:01 en 3.000. Lo que más me gusta es el 10.000, pero mi entrenador me va a bajar de distancia porque dice que soy muy joven, que eso es para gente mayor, y me va a meter también en el 1.500».
Durante el confinamiento no ha descuidado en ningún momento su preparación: «Estoy entrenando en el campo que tiene mi familia. Me levanto todos los días a las ocho de la mañana, desayuno y me hago ocho kilómetros. Después me hago también una hora de bicicleta estática», explica Raúl Martínez, quien dentro de un año espera estar listo para debutar en unas Paralimpiadas, en este caso en Tokio 2021.