Ya pueden ver aquí la conferencia de Álvaro Carpena en el VIII Curso Abarán, acercamiento a una realidad sobre ‘Nuestra Iglesia de la Ermita, ladrillo a ladrillo’.


Aprovechando la conmemoración del 70 aniversario de la inauguración de la ermita de los Santos Médicos, dentro del VIII CURSO “ABARÁN: ACERCAMIENTO A UNA REALIDAD” se programó la charla “La Ermita, ladrillo a ladrillo” que estuvo a cargo del presidente del CEA, Álvaro Carpena Méndez y que se celebró en la propia ermita este miércoles 26 de abril.
Comenzó el acto con la intervención de José S. Carrasco quien glosó la figura del maestro Peñaleja que fue quien ejerció de maestro albañil durante la mayor parte de la obra y que tuvo que superar mil obstáculos para poder acabarla. Junto a él se refirió a los albañiles que la llevaron a cabo a quienes calificó de “héroes” pues con los medios de entonces, sin apenas sistemas de seguridad pudieron acabar una obra de esa envergadura. Como representante aún vivo de esos albañiles fue distinguido con un obsequio Francisco Melgarejo quien recibió emocionado el detalle.
A continuación, el cronista de la Villa presentó al ponente de quien dijo que era un joven de los que tenían ideas y que las llevaba a la práctica cuidando los detalles y que, por su labor investigadora y su entrega, fue elegido presidente del CEA siendo el último en sumarse a este grupo..
Álvaro Carpena comenzó su intervención descubriendo el medio por el que le ha llegado toda la información referida al proceso y coste de la construcción de esta ermita, seis libros de contabilidad de la firma Nicolás Gómez Tornero que adquirió en un coleccionista.
Glosó, en primer lugar, la figura de este insigne abaranero que está detrás de todas las grandes obras del pueblo desde el Motor Resurrección hasta la ermita pasando por el Asilo, la central eléctrica, las aguas potables y la reconstrucción de la torre de San Pablo.
Definió a la ermita, obra del arquitecto Fernando Sanz Navarro, como un capricho arquitectónico que el benefactor situó en un lugar diferente a la anterior para conseguir ese paseo que hoy es el orgullo de este pueblo. Fue desgranando detalles sobre el tipo, coste y origen de los materiales, el importe de los salarios, las modificaciones sobre el plano inicial y la gran labor de dirección del maestro Peñaleja que, sin tener estudios, solo con lo que le transmitía su padre, fue capaz de dar fin a la obra que Nicolás no pudo ver acabada pues murió en enero de 1951.
Al final, afirmó, tras haber realzado un pormenorizado estudio de los libros de contabilidad, que el coste total, según esos libros, era de 697,607 pesetas, siendo el coste de los jornales de 215.000 pesetas.
Un cerrado aplauso de los asistentes que llenaban el templo puso el broche final a una charla realmente curiosa con datos hasta ahora desconocidos.
Durante el acto también se rindió un pequeño homenaje a Paco Melgarejo, el único de los albañiles que todavía vive de los que trabajaron en la construcción de la Ermita.
