La Hermandad de San Cosme y San Damián, rindió este martes, festividad de San José, un sincero y sentido homenaje a uno de sus miembros más queridos, Francisco Moreno Monxó, «Un legado de devoción y servicio», tristemente fallecido hace solo unos meses.
El acto tuvo lugar en la iglesia de La Ermita tras la misa de las 12:00 horas, a la que tantas veces había acudido Francis, como se le conocía cariñosamente, a bajar a los «pequeñicos» de su camarín.
Su Hermandad le ofrecía este reconocimiento a título póstumo, «en reconocimiento a todo su trabajo en y por esta Hermandad y a su ferviente devoción a nuestros Santos Patronos».
Video del acto
El vocal de Procesiones y Formación, Pablo Daniel Cutillas Gonzálvez, amigo personal de Francis, le dedicó unas palabras a través de las cuales destacó la «huella que nos has dejado». «Tu esfuerzo con una sonrisa, debe ser lo que nos ayude cada día dentro de esta Hermandad a hacer que los «pequeñicos», se hagan más grandes dentro del corazón de los abaraneros», destacó.
Igualmente recordó que «cada 26 de septiembre nos faltará tu hombro dentro de la vara, pero habrá una sonrisa que nos ayude a llevarlos por las calles de nuestro pueblo y acercarlos al corazón de cada enfermo».
A continuación, la secretaría de esta Hermandad, Claudia Montiel Morte, hizo entrega a los padres del homenajeado de una placa, en la que se podía leer: «A Francisco Moreno Monxó, por su trabajo, devoción y cariño en propagar la fe a nuestros Santos Patronos. Esta Hermandad tiene el honor de nombrarlo Hermano Mayor Honorífico».
El acto finalizó con la intervención de María Elena, prima del homenajeado, quien visiblemente emocionada, en nombre de toda la familia expresó «su más sincero agradecimiento por este precioso homenaje».
Sobre su primo dijo que su amor y entrega por los «pequeñicos» era palpable y evidente para todos los que tuvimos la suerte de conocerlo, a la vez que destacó su sentido humano y cercano a través del amor y servicio desinteresado que él ofrecía. Gracias a eso-matizó- «Francis sigue vivo en cada uno de nosotros».
Tras estas emotivas palabras y como colofón a la ceremonia, se interpretó el himno a los Santos Médicos.
