La procesión del Santo Entierro la noche de Viernes Santo fue, como no podía ser de otra manera, el momento elegido por Jesús Molina para recordar la figura insustituible en los desfiles pasionales de nuestra Semana Santa de Cesáreo Gómez, «Mateo», quien durante más de cuatro décadas encarnó el papel de emperador romano y que en este año 2024 se cumple el décimo aniversario de su fallecimiento.
A pesar del compromiso que conllevaba esta decisión, Jesús cumplió con la promesa que se hizo a él mismo de homenajear un día la figura de su querido primo y con los nervios propios del momento ayudado por Fina, la viuda del homenajeado, se enfundó uno de los trajes que «Mateo», como se le conocía, lucía en las diferentes procesiones en las que participó.
«Fue un momento emotivo y de muchísima responsabilidad», nos contaba el propio Jesús.
Durante todo el recorrido trató de rememorar, rodeado del tercio romano «Los armaos» y precediendo al trono del Cristo Yacente, la marcialidad y el gesto serio que Cesáreo empleaba en cada uno de los desfiles en los que tomaba parte y que sin duda marcó una época dorada de la Semana Santa abaranera.
Al término de la procesión, Jesús explicó para Radio Abarán la sensación vivida: «Ha sido una experiencia única. Por un lado por la satisfacción de haber logrado el fin que pretendía, que era resucitar el espíritu de Mateo, y por otro, por la tranquilidad de haber contribuido a la Semana Santa abaranera de alguna manera».
