La noche de este pasado miércoles, millones de espectadores siguieron una de las entregas más sorprendentes de El Hormiguero, el popular programa de Antena 3 que presenta Pablo Motos. Aunque el gran reclamo era la presencia del cantante Pablo Alborán, que acudía para presentar su nuevo disco y hablar de su participación en la serie ‘Respira’, la auténtica protagonista de la noche para muchos vecinos de Abarán fue la doctora Isabel Castaño, ginecóloga y antigua alumna del colegio San Pablo.
La médica abaranera participó en una de las secciones científicas del programa, junto a Marron, para realizar una demostración en directo de cómo se practica una cesárea. Utilizando un simulador quirúrgico de alta fidelidad, Castaño explicó con claridad y cercanía los distintos pasos de esta intervención, que describió como “una cirugía abdominal que realizamos cuando el parto natural no es posible o conlleva complicaciones”.

Durante la recreación, la doctora detalló los diferentes tipos de cesáreas —electiva y de urgencia— y compartió datos muy reveladores, como que una de cada cuatro mujeres en España da a luz mediante cesárea. Además, aprovechó su intervención para destacar la importancia de la “cesárea humanizada”, un enfoque que busca “alejar el frío ambiente quirúrgico y ofrecer calidez y acompañamiento a la madre, favoreciendo el contacto piel con piel y la presencia del padre o la pareja durante el parto”.
Con serenidad y pedagogía, Isabel Castaño fue guiando a los dos ‘Pablos’ Alborán y Motos y a los colaboradores del programa a través de cada una de las capas que se atraviesan durante la intervención —piel, grasa, fascia, músculos abdominales y útero—, mientras el público seguía fascinado el realismo del simulador. “La mamá está despierta, y eso es muy positivo porque puede vivir el momento”, explicó la ginecóloga en un tono cercano y didáctico que cautivó a los presentes.
El clímax llegó cuando, tras completar todos los pasos, el equipo del programa “trajo al mundo” un bebé simulado, entre aplausos y gestos de asombro. “Bienvenido, Pablo”, dijo Castaño entre risas, mientras Alborán cortaba el cordón umbilical, en una escena tan divertida como ilustrativa.
















