Este pasado domingo, la Hermandad de Ánimas de Abarán volvió a demostrar que la solidaridad no conoce distancias.
Hasta Talavera de la Reina se desplazaron el presidente de la Hermandad de Ánimas, Bienvenido Molina Vargas, y la componente de la hermandad Ana Isabel Molina Gómez, quienes hicieron entrega al pequeño Hugo no solo de la imagen del Niño Jesús de Abarán, gesto central de esta visita, sino también de nuevos obsequios remitidos en señal de apoyo por otras hermandades del municipio.
Un cuadro del Cristo de Medinaceli y Cristo del Silencio
Entre los regalos que recibió Hugo se encontraba un cuadro de la Hermandad del Cristo de Medinaceli y Cristo del Silencio, enviado especialmente para él. En su reverso, una dedicatoria cargada de sensibilidad decía:
“A Hugo Sánchez Pérez Ofrenda de la cofrade vocal de la Hermandad, Doña Ana Isabel Molina Gómez Hermandad de Cristo de Medinaceli y Cristo del Silencio Presidente: Don Carmelo Gómez Milanés.
Abarán, 16 de noviembre de 2025.”
Un detalle que une dos hermandades en un mismo propósito: acompañar a Hugo y a su familia con fe, consuelo y cercanía.

Los tradicionales ‘condenaos’ y varios juguetes
Como parte del cariño que caracteriza a las hermandades de Abarán, Hugo también recibió los conocidos “condenaos”, un dulce típico que siempre despierta sonrisas, así como varios juguetes destinados a llenar de alegría y motivación los días del pequeño.
La visita estuvo protagonizada por un ambiente profundamente humano, en el que Bienvenido Molina Vargas y Ana Isabel Molina Gómez compartieron tiempo con Hugo y transmitieron, en nombre de la Hermandad de Ánimas y de todo el pueblo de Abarán, un mensaje de fuerza y acompañamiento.
Una cadena de solidaridad que continúa creciendo
La historia de Hugo continúa generando una respuesta conmovedora por parte de la comunidad abaranera. Lo que comenzó con el envío de varias láminas devocionales, medallas y mensajes espirituales, se ha convertido en una cadena de apoyo que sigue fortaleciéndose.

Esta nueva visita de la Hermandad de Ánimas de Abarán, junto a los obsequios aportados por otras hermandades, refuerza el compromiso colectivo de acompañar a Hugo en su lucha, recordándole que, a pesar de la distancia, Abarán camina a su lado.
La historia de Hugo, un niño talaverano con síndrome de Down que lucha contra la leucemia, aunque por el momento la ha vencido, ha conmovido a su entorno y ha despertado gestos de solidaridad cargados de fe y cariño.
El caso de Hugo refleja cómo la fe, las tradiciones y la solidaridad pueden convertirse en pilares de fortaleza, especialmente cuando se trata de un niño que ha enfrentado una dura batalla contra la enfermedad.



















