La Hermandad de Ánimas ha otorgado un reconocimiento especial al pequeño Julián Cayetano, el niño de Beniaján que ha logrado superar un tumor cerebral apoyado por la fe que desde un primer momento ha profesado tanto al Niño Jesús de Abarán como a los patronos, San Cosme y San Damián, nombrándolo Animero de Honor de la Navidad de 2025.
Esta distinción se le ha concedido en reconocimiento a la profunda devoción y sincera fe que ha mostrado al Niño Jesús de Abarán así como en gratitud por la acogida y fervor con los que lo recibe en cada una de sus visitas a Abarán.
El anuncio de su nombramiento se hizo oficial el pasado 20 de septiembre durante la novena dedicada a la Hermandad de Ánimas en la iglesia de la Ermita, a la que Julian acudió en compañía de sus padres, por lo que también fue destacado como uno más de los devotos de los patronos de la localidad.
El acto del nombramiento de Animero de Honor 2025, tendrá lugar este domingo, 14 de diciembre, durante el pregón de Navidad que pronunciará Rosario Sánchez Buendia «Rosarito» desde las 12:30 horas, en la Iglesia de la Ermita, dando así el pistoletazo de salida a las celebraciones navideñas en el municipio.
La historia del pequeño Julián, comienza en agosto de 2022 cuando tenía solo 6 años, mientras disfrutaba junto a su familia de unos días de vacaciones en la playa y empezó a encontrarse mal, con vómitos y falta de respiración. Rápidamente fue trasladado al hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, donde los médicos que le atendieron ante la gravedad de la situación y a falta de un diagnóstico claro lo ingresaron en la UCI infantil, donde permaneció dos meses, hasta que se le pudieron practicar las pertinentes pruebas que confirmaron los peores augurios, Julián tenía un tumor cerebral alojado en el Hipotálamo, la zona del cerebro que produce hormonas que controlan la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca, el hambre o los estados de ánimo, entre otros, por lo que la única esperanza de vida que tenía era someterlo a una compleja intervención quirúrgica, sin demasiadas garantías por la complejidad del proceso.
La decisión estaba en sus padres que después de analizar la situación dieron el visto bueno para intentar salvar a su hijo. Tras la operación, se mandó a analizar a Sevilla lo extirpado. Los estudios realizados corroboraron que el tumor de Julián era un astrocitoma de grado alto, un tipo de tumor que crece rápidamente y se propaga por el cerebro, es muy agresivo y requiere de un tratamiento intensivo lo antes posible. Además de esto en la operación le quedó una pequeña parte sin poder ser erradicada por lo que los facultativos le dieron 8 meses de vida.
El milagro y la fe en el Niño Jesús de Abarán
El 6 de enero de 2023, día grande de todos los abaraneros y abaraneras, con la celebración de la centenaria «Noche del Niño», como es costumbre por la mañana se desplazan a los diferentes centros sanitarios de la Región imágenes del Niño para ser adoradas por los enfermos que allí se encuentran hospitalizados y además se visita la zona de oncología infantil del Hospital Virgen de la Arrixaca. Ese día fue muy especial porque Julián se encontraba allí ingresado 5 meses y cuando, sin esperarlo, vio al Niño Jesús se le iluminó la cara y tanto él como sus padres, grandes personas de fe, se aferraron a esa pequeña imagen pidiéndole por la salud de su pequeño.
El 6 de enero del año 2024, se repitió la misma acción porque Julián continuaba hospitalizado por su enfermedad y esta vez sí lo esperaba con gran espectación.
Tres meses después de que el Niño Jesús de Abarán visitara nuevamente al joven (abril de 2024) y tras someterse en los dos años que llevaba ingresado a 18 resonancias magnéticas para ver la evolución de la enfermedad, los médicos confirmaron que el resto de tumor que había quedado en la operación, había desaparecido, por lo que Julián a pesar de seguir con un tratamiento severo, por las evidentes secuelas que le había producido la enfermedad, había superado el cáncer.

Desde ese momento, tanto en los padres del pequeño y en él mismo, se acrecentó su fe por el Niño Jesús de Abarán, porque «había hecho un milagro». Por eso este año 2025 que Julián por fin ya había abandonado el hospital, el 6 de enero acudieron al centro sanitario para esperar la visita de la imagen del Niño y agradecerle todo lo que había hecho por ellos.
A partir de ahí tenían la ilusión de visitar nuestro municipio y acercarse a ver al Niño para mostrarle una vez más su devoción, esa devoción que había nacido con la enfermedad de su hijo y de forma casual. Por eso a finales del pasado mes de marzo, la familia del menor se desplazaba hasta la iglesia de los patronos San Cosme y San Damián en compañía de Julián, donde hay una imagen del Niño presidiendo el altar mayor, para tener un momento de recogimiento y agradecimiento ante la imagen.
Allí, el párroco, D. Miguel Ángel Saorín le dio a besar al joven una relíquia de los Santos Médicos a la vez que el presidente de la Hermandad de Ánimas, Bienvenido Molina, hacía lo propio con la imagen del Niño Jesús.

















