El alcalde de Abarán, Jesús Gómez, junto a las concejalas de Igualdad, Fátima Saorín y Cultura, Penélope Luna, además de varios miembros del actual Equipo de gobierno, asistieron este miércoles, 28 de junio, al acto celebrado en el rincón Arco Iris de la Biblioteca Municipal D. José Vargas Gómez, para conmemorar el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+ ( Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Transexual, Travestis, Intersexuales y Queer) donde se dio lectura al manifiesto que hace visible las reivindicaciones de este colectivo por la igualdad y la inclusión social.
El encargado de dar lectura al texto, fue Antonio Martínez, quien advirtió «que desde las instituciones algunos grupos gritan terribles discursos de odio que incluyen la estigmatización, el señalamiento, el culparnos de problemas reales e inventados, el presentarnos como personas con privilegios o peor, como amenazas a menores, o a las mujeres. Nos quieren señalados, culpables, con rabia, con miedo y con odio», algo que quiso dejar claro que «vamos a combatir».
Video del acto
Manifiesto completo:
Buenas tardes y muchas gracias por acompañarnos en esta lectura del manifiesto del Orgullo LGTBIQ+ este año. El Orgullo es la mayor manifestación de libertad, igualdad y diversidad del estado, el mayor grito de valentía que deja claro que estamos aquí, que no vamos a desaparecer, que vamos a seguir exigiendo igualdad real y efectiva, derechos y cambios sociales.
Gracias a todas, todos y todes por estar aquí, frente al odio, con visibilidad, con orgullo y con resiliencia, en una lucha que hemos ido realizando durante más de 30 años, conquistando con uñas y dientes los derechos de un colectivo que son ejemplo nacional e internacional de derechos humanos.
Derechos como el matrimonio igualitario, logrado hace ya 18 años. Como las leyes autonómicas LGTBIQ+que han peleado tantas y tantos activistas en sus comunidades autónomas. Y, como no, hemos de nombrar la ley Trans y LGTBIQ+, que fue aprobada el 16 de febrero de este mismo año, una ley por la que hemos luchado mucho y que, en resumidas cuentas, establece por fin la libre determinación del sexo registral con la sola voluntad de la persona, prohíbe la terapias de conversión e impone medidas para la diversidad en la educación y en el ámbito laboral. También prohíbe la modificación genital de menores de 12 años intersexuales, salvo en los casos en los que las indicaciones médicas lo exijan, para que, a partir de esta edad, y estando capacitados para tomar dicha decisión, puedan decidir si se produce esta modificación y de qué modo. Asimismo, se ha creado un régimen de infracciones frente a actos de discriminación a personas del colectivo.
Y es que, como colectivo, sabemos lo que queremos: libertad e igualdad. Y porque vemos con claridad el odio que viene, que ya está aquí, que despierta con rabia ante estos avances y que va dirigido, como siempre, contra todos los grupos vulnerables con la intención de envenenar a toda la sociedad.
Hoy, otro 28 de Junio que seguimos celebrando el Orgullo (y que no se engañen, seguiremos celebrándolo), queremos avisar de lo que están tratando de hacer, porque vamos a hacer todo lo posible para pararlo.
Gritan desde las instituciones terribles discursos de odio que incluyen la estigmatización, el señalamiento, el culparnos de problemas reales e inventados, el presentarnos como personas con privilegios o peor, como amenazas a menores, o a las mujeres. Nos quieren señalados, culpables, con rabia, con miedo y con odio.
Es una estrategia que ya conocemos, que sabemos ver y que, por supuesto, vamos a combatir. Nuestros enemigos JAMÁS serán las personas migrantes o con un origen étnico distinto, ni las mujeres ni las personas feministas. No vamos a caer en la división entre colectivos vulnerables. Si nos unimos de verdad, puede que algún día consigamos vencer al odio, pero hay que tener claro que nunca poniéndonos a su nivel. Si dividen al colectivo LGTBI+ y lo enfrentan el feminismo, caeremos.
Hemos dicho muchas veces que los derechos trans forman parte del feminismo interseccional, inclusivo, que lucha por los derechos de todas las mujeres. Forman parte de ese feminismo que apuesta por la igualdad real y efectiva de todas las personas, entre hombres y mujeres, independientemente de su origen, racialización, orientación sexual o identidad de género. Un feminismo para todas, todos y todes.
Tenemos suerte de la entrada en vigor de la ley Zerolo, en julio del año pasado, que recoge que “nadie podrá ser discriminado por su razón de nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, expresión de género, enfermedad, situación socioeconómica o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Aquellas personas que niegan la realidad de las mujeres trans como mujeres y buscan enfrentar feminismo y colectivo LGTBIQ+, trabajan para dividirnos, se oponen a la igualdad y, al final se constituyen como aliados de la ultraderecha a la hora de arrebatarnos los derechos de las personas del colectivo y de todas las mujeres. El enemigo de la igualdad nunca lo será ni el feminismo ni el colectivo.
No nos podemos olvidar de los menores que forman parte de este colectivo, que tienen derecho a que se les forme en igualdad y diversidad para que no sean víctimas de agresiones por LGTBIfobia, para que puedan desarrollar su vida en completa normalidad. Necesitamos un sistema educativo con profesionales formados en la erradicación del odio por cualquier circunstancia, en un país cada vez más diverso.
Nuestros mayores no deben ser abocados a nuevos armarios aprovechando el estigma que sufrimos,, queremos poder estar en cualquier servicio o residencia siendo como somos, sin que nos tengamos que esconder, sin que tengamos que soportar el juicio o la discrecionalidad de nuestros cuidadores.
Queremos que se nos reconozca en las empresas tal y como somos, con nuestra diversidad, con nuestra forma de vivir y de sentir, eliminando todo tipo de mobbing o discriminación que se pueda producir en nuestros trabajos. No podemos permitir que se nos vuelva a invisibilizar como lesbianas, bisexuales, transexuales o gays.
Nuestras familias necesitan protección frente a la desatención de los servicios públicos, que sean conscientes de nuestras necesidades y las realidades que vivimos.
Exigimos a las diferentes administraciones públicas el acceso universal a la salud integral e integrada de todas las personas que vivimos en nuestro país independientemente de su origen o tiempo de estancia.
Como no puede ser de otro modo, recordamos a todas las personas que ya no están entre nosotros que nos han ayudado a avanzar y especialmente a las personas que sufrieron lo más duro del VIH y recordamos que seguimos sufriendo el estigma y denunciamos que hay administraciones que a fecha de hoy siguen negando el acceso universal a la salud a las personas en situación administrativa incierta, lo que, en múltiples ocasiones, perpetúa la discriminación que sufren las personas obligadas a abandonar sus países, y sus familias, por causa de su orientación/identidad o seroestatus.
Vamos a vencer convenciendo a la sociedad. Vamos a ganar con esperanza la igualdad. Vamos a conseguir más derechos para toda la ciudadanía. No nos vamos a dejar intimidar, no nos van a hacer volver al armario, no nos van a convertir en personas con odio, rabia o egoísmo, por mucho que nos acosen, por mucho que nos ataquen y por mucho que nos insulten.
Somos un colectivo que sabemos la importancia de luchar unidas, para la igualdad desde la libertad, con resiliencia, convirtiendo dificultades y barreras con avances y éxitos.
Hemos conseguido mucho, ahora nos toca seguir luchando para mantenerlo, y para seguir luchando por todos los derechos que hagan falta para poder vivir en igualdad y libertad, para toda la diversidad sexual, de género y familiar.
El orgullo es un gran referente de la lucha por estos valores. Así que, ¡Que viva el Orgullo LGTBIQ+ 2023!
