Veinticinco trabajadores que forman un equipo de la hortofrutícola Frutas Esther de Abarán han quedado apartados de la actividad y aislados en sus domicilios a la espera de los resultados de la pruebas de diágnótico de COVID-19 después de que una de las empleadas, residente en nuestro municipio,haya dado positivo en coronavirus.
Según hemos conocido esta misma tarde se van a realizar las pruebas a las personas que han estado en contacto con la trabajadora.
La medida se toma dentro de los protocolos de actuación que se adoptan en esta empresa cuya actividad emplea estos días a 900 operarios repartidos en secciones de 25 trabajadores y con distintos turnos y horarios de incorporación al trabajo. Fuentes de Frutas Esther señalan que desde el primer momento se adoptan todas las medidas de prevención como es el control de la temperatura a la entrada, las separaciones de los operarios y los equipos de protección.
La actividad de la planta es la normal estos días y está previsto que, aunque no haya habido contacto con la empleada cuya amiga dio positivo, los 900 empleados se sometan estos días a pruebas de PCR para confirmar la ausencia de contagios.