El miércoles 27 de diciembre en la Iglesia de San Cosme y San Damián, la Hermandad de San Juan Evangelista celebró su tradicional Misa solemne, tras la cual, se dió a conocer un amplio programa de charlas, publicaciones y actividades que, teniendo como eje central el 150º aniversario de dicha asociación, se extenderá hasta diciembre del próximo 2024.
Y es que, si bien no conocemos con exactitud los motivos que dieron lugar a su fundación a finales de 1874, tras el análisis y estudio de sus actas fundacionales resulta llamativo cómo entre sus 32 fundadores y en ausencia de Juanes, diez de ellos respondían al nombre de José sucedidos de Joaquínes, Pascuales y cuatro Jesús identificando un panadero, dos hojalateros, un herrero, un herrador, tres comerciantes de frutas, un empleado municipal encargado del encendido de los reverberos de petróleo (farolero) y hasta un abogado, con lo cual y a diferencia de algo tan extendido por aquel tiempo, podríamos afirmar que sus fundadores no se agruparon bajo una onomástica o decisión gremial.
Sin embargo, fuese como fuere, como reflejo de un proyecto ya consolidado, coincidiendo en 1895 con el XX aniversario de dicha Asociación, a la tradicional partida de cohetes, toque de campanas, pólvora, aguardiente y bizcochos para tan esperada jornada navideña se sumaría la inédita contratación de una banda de música:
“Acordó la junta general de la Asociación de S. Juan Evangelista dejar ciento cuarenta reales destinados para gastos de música el día 27 de diciembre en las funciones que en ese mismo día se hacen a S. Juan, siendo dicha cantidad la que constase para todos los años y si la banda de música no le conviniera tocar por esa cantidad se destinara para otros gastos de la asociación y la música fuese ese día el que la mande y paga” Si bien esta última cantidad se mantendría estable hasta 1899, en 1903 sería el compositor local D. David Templado quien por algo menos de la tercera parte y asistido por unos cuantos músicosamenizara una función, para la cual, como gesto de la devoción, cuidado y buen hacer de sus hermanos,se incorporaría el que hasta nuestros días se muestra como el primer protocolo procesional de la localidad:
“También se acordó asistir todos los hermanos o socios a la función antes de esta con las bombas, pero en los días de semana santa ataviados con las túnicas y si cualquier socio no pudiera asistir por estar ausente o por otras causas justas, deberán si es posible dársela a otro individuo de su familia o al cualquier hombre de confianza pero solicitándole una papeleta al hermano mayor para que el obre con lo crea conveniente. Si algún socio faltase a esas condiciones se le impondrá la multa de cinco pesetas, que quedarán depositadas para gastos de la asociación y de no pagar dicha multa se le expulsará de la asociación”.
Es esta una celebración de antaño siempre nueva pero al tiempo única y antigua que hace hermanos y hermandad al tiempo que las nuevas generaciones de sanjuanistas, lejos de mostrarse como meros herederos, conquistanpaso a paso sus tradiciones más profundas.
Álvaro Carpena Méndez
Secretario JHCPA
Presidente Centro de Estudios Abaraneros