La banda de Darío Luís Gómez y Antonio Turro brindaron un gran espectáculo para el público que llenó el teatro ciezano y disfrutó a lo grande de las casi dos horas de concierto que repasó grandes éxitos del poeta de Úbeda.
El concierto de anoche tuvo una dedicatorioa muy especial en recuerdo de Leonardo Gómez «Una persona que sembró la tierra de cosas buenas, que dejó un legado extraordinario. Que fue un buen hermano, un buen hijo, un buen padre, un buen marido y fue un vecino que hace que la voz nos tiemble cuando hablamos de él, porque era una persona maravillosa».
La magia se desplegó a lo largo de casi dos horas de concierto, dejando a la audiencia repleta del teatro ciezano sumida en una experiencia difícil de expresar con meras palabras.
La genial banda ‘500 Noches’ liderada por Darío Luís Gómez y Antonio Turro orquestó un espectáculo sublime, rindiendo homenaje a uno de los íconos indiscutibles de la música española: Joaquín Sabina.
Este viaje musical, que repasó los grandes éxitos del poeta de Úbeda como: ‘Por el boulevar de los sueños rotos’, ‘Quién me ha robado el mes de abril’, ‘Conductores suicidas’, ‘Princesa’, ‘La del pirata cojo’, ‘Y nos dieron las diez’… Tampoco faltó el tema original compuesto por ellos mismos ‘Sabina en las venas’.
Desde el instante inicial, cuando Darío tomó el micrófono para dirigirse a la audiencia, quedó patente la emotividad que impregnaba la velada. Con palabras cargadas de significado, el músico expresó la intensidad de actuar en su tierra, haciendo hincapié en que, a pesar de haber transitado escenarios tan emblemáticos como Madrid o la propia ciudad natal de Sabina, nada se comparaba con la conexión única que se experimenta al actuar en casa.
El repertorio cuidadosamente seleccionado resonó con la esencia poética que caracteriza las composiciones de Joaquín Sabina. La comunión entre los artistas y el público creó una experiencia única y la habilidad de la banda de Darío Luís Gómez y Antonio Turro para capturar la esencia de las canciones del poeta Úbeda, combinada con la atmósfera íntima del teatro ciezano, dejó una huella imborrable en el corazón de los asistentes.
