La dieta mediterránea como factor destacado en la preservación de una buena salud reproductiva en la mujer, gracias a que aporta «una alta capacidad antioxidante». Esta es una de las hipótesis centrales de una investigación que está desarrollando la ginecóloga Isabel Castaño (Abarán, 1990) a partir de la recogida de muestras de 300 estudiantes de la Universidad de Murcia.
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El proyecto nació en el departamento de Salud Reproductiva de la UMU de la mano de los doctores Jaime Mendiola –toda una referencia en este campo– y Marisa Sánchez Ferrer. De ahí, Castaño dio el salto a Harvard, donde ha desarrollado la recta final de su tesis doctoral con el profesor de Nutrición Jorge Chavarro como mentor.
La investigación de esta joven ginecóloga parte de una base de datos muy amplia de mujeres sanas de entre 18 y 23 años. Es algo que resulta «pionero». «Habitualmente, lo que tenemos son muestras de pacientes con alguna enfermedad ginecológica; nosotros hemos ido a chicas sin ninguna patología de menos de 25 años, que es cuando, por la edad, comienza a disminuir la reserva ovárica». A las universi-
tarias se les realizaron estudios hormonales y antropométricos, y se les entregó un cuestionario para determinar su dieta y su exposición a determinados tóxicos, como el tabaco.