Aunque por momentos corría el riesgo de que la inestabilidad meteorológica que estamos viviendo estos días impidiera su desarrollo, finalmente las calles de nuestra localidad se volvieron a llenar un año más, la tarde del sábado de Gloria, de cientos de niños y niñas que tomaron parte en la procesión infantil, un evento que se ha consolidado dentro de los actos programados en la Semana Santa abaranera.
Esta iniciativa que surgió hace unos años por parte de la Junta de Hermandades Pasionarias de Abarán, está consiguiendo sus objetivos, que no son otros que, el de inculcar a los más pequeños el amor por la Semana Santa, hacerles sentir protagonistas de la misma por un día e intentar crear esa tan necesitada cantera. Por ello las distintas cofradías ponen todo su empeño en perfeccionar cada vez más este desfile aportándole todos los detalles necesarios que lo asemejen a los oficiales.
El itinerario elegido para la ocasión cambió con respecto a otros años, comenzando desde el Salón de Tronos, para continuar por las calles David Templado y Doctor Molina hasta su llegada a la Ermita.
Los pequeños de Abarán, orientados por los responsables de las hermandades y bajo la atenta mirada de los padres, pasearon sus tronos en una alegre procesión que es ya el preludio del día de fiesta de Domingo de Resurrección.
La Reverencia Infantil con el final más dulce
Cuando los benjamines de las distintas hermandades completaron su recorrido, en la procesión infantil de este sábado de Gloria en el paseo de La Ermita, llegó uno de los momentos más emocionantes, «La Reverencia Infantil» que un año más aglutinó a cientos de niños y mayores en medio de la alegría característica que requiere la ocasión y que este año volvió a contar con la tradicional suelta de palomas.
Al término de la procesión, nuevamente, Confitería La Era, regaló a todos los niños que habían participado en este acto, deliciosos nazarenos de chocolate artesanos y las conocidas bambas. Representantes de la Junta de Hermandades Pasionarias de Abarán, agradecen un año más el gesto que cada Semana Santa tiene esta empresa artesana de la localidad con todos los niños cofrades.