La «Ventana de los Tiempos» se abre una vez más, esta vez con el nostálgico aroma a patio de colegio, para rendir un emotivo tributo a los maestros y maestras que han forjado generaciones. En esta ocasión especial, el espacio de Álvaro Carpena nos adentra en la historia del Colegio Juan XXIII de Abarán, un centro educativo que en el curso 2024-2025 celebra su 50 aniversario.
Antonia Carrasco Pintor, colaboradora del libro del 25 aniversario del colegio, nos guía a través de sus vivencias personales, destacando la importancia de una buena educación y el impacto imborrable que sus docentes dejaron en ella. Desde su experiencia en Palma de Mallorca, donde defendía con vehemencia la calidad de la enseñanza pública frente a la privada, Antonia nos lleva de la mano a sus días en el Juan XXIII.
Con una profunda sinceridad, Carrasco Pintor evoca su primer día en el colegio, marcado por el miedo tras una mala experiencia previa, pero transformado por la fortuna de encontrarse con maestros excepcionales. De entre ellos, emerge la figura de Don Juan José Martínez Soler, un profesor adelantado a su tiempo, quien le enseñó no solo poesía y el amor por la naturaleza a través de excursiones, sino también la magia de crear con sus propias manos y la importancia de sentirse valorado, tratándolos siempre «como si fuésemos mayores, pero siempre hablándonos con cariño y respeto». Un momento particularmente conmovedor relata cómo Don Juan José la consoló tras la pérdida de su madre, llenando su «cuerpecito de una alegría inmensa» y demostrando que «el cariño no estaba reñido con el aprender».
Otro pilar en su formación fue Don Indalecio Maquilón, un maestro de lengua y literatura cuya sabiduría y persistencia quedaron grabadas en su memoria, incluso a través de un castigo singular pero efectivo que, asegura, «nuestra autoestima quedó para los suelos».
Este vídeo es un testimonio vibrante de cómo la educación, más allá de los conocimientos académicos, inculca valores humanos perdurables. Antonia Carrasco Pintor, a pesar de no considerarse una estudiante brillante en lo académico, agradece eternamente a sus educadores por los principios que le transmitieron. Es un recordatorio poderoso del legado que los maestros dejan en la vida de sus alumnos y una felicitación sincera, aunque a la distancia, a su querido colegio en su medio siglo de vida.
Vídeo del programa:
