Nota de prensa íntegra
Nos vemos en la obligación de expresar nuestra profunda preocupación y descontento con respecto al comportamiento reciente del alcalde en el último pleno municipal. Sus acciones y comentarios han planteado serias dudas sobre el respeto a la democracia y la diversidad de opiniones en este órgano esencial de nuestra comunidad.
La primera alarma sonó cuando el alcalde se dirigió a nuestra concejala con preguntas como «¿CUANTAS PREGUNTAS LLEVAS?» y «¿LAS PUEDES CONCRETAR Y TRASLADAR POR ESCRITO A LA CONCEJALA?». Este tipo de interrogantes parecen más una tentativa de limitar y desalentar la participación activa de los concejales que buscan representar a sus electores.
Además, la declaración del alcalde de que es «ABSOLUTAMENTE INVIABLE LA LECTURA DE TODAS LAS PREGUNTAS» plantea interrogantes sobre su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas. Un pleno municipal es el lugar donde se deben abordar y discutir las preocupaciones de los ciudadanos, y no debería considerarse inviable escuchar todas las preguntas presentadas.
Resulta aún más alarmante que el alcalde califique las expresiones de una concejala como «ANECDÓTICAS». Esta actitud minimizadora no solo desacredita la labor de un representante elegido por el pueblo, sino que también envía un mensaje peligroso de desprecio hacia la diversidad de opiniones.
La solicitud del alcalde de que las intervenciones de un concejal sean breves puede interpretarse como un intento de limitar la capacidad de los representantes de plantear preguntas y expresar sus opiniones de manera adecuada. Esto socava la esencia misma de la democracia y la participación política.
La aplicación de un veto a una concejala, y más aún, a una mujer, plantea interrogantes éticos significativos. ¿Es esto un trato ético y equitativo? ¿Estamos promoviendo la igualdad de género y la diversidad de opiniones en un espacio democrático? Si esta situación ocurriera con nosotros mandando, saldríamos en los telediarios.
El equipo de gobierno, liderado por el alcalde, se extiende en dar explicaciones sobre cuestiones que nadie les ha planteado, y ahora pretenden silenciar y censurar a una concejala, que además representa al partido que ganó las elecciones, solo porque no les convienen las preguntas que esta desea hacer. ¿Es esto acorde con los principios democráticos que deberían prevalecer en nuestro municipio?
Lo que el alcalde tildó de «anecdótico» que la Reina Infantil de 2023 deba asistir a todas las fiestas con la banda de 2022 por no tenerla a tiempo. ¿Se habría mantenido esta percepción si se tratara de su propia hija o de alguien cercano? En tal caso, ¿habría aceptado que pasaran todas las festividades con la banda de la Reina Infantil del año pasado?
Esto no es Venezuela ni Cuba; es Abarán, y debe de ser un ejemplo de democracia en acción. La ciudadanía de Abarán no será silenciada, independientemente de la afiliación política de quienes estén en el poder.
Por todo esto exigimos al señor alcalde que pida perdón públicamente a nuestra concejala, y que no intente censurar más a ningún concejal.
