Hoy se ha llevado a cabo la reposición de un pino en el emblemático Paseo de la Ermita. Esta medida responde al deterioro progresivo que había experimentado el árbol anterior en los últimos meses, manifestado por el secado de sus ramas y una inclinación preocupante que sugería un inminente riesgo de caída lo que representaba un peligro potencial para los transeúntes que frecuentan esta zona.
La decisión de reemplazar el pino dañado se enmarca dentro de la política de gestión medioambiental del municipio, específicamente dentro del principio de «árbol cortado, árbol plantado«, promovido por la Concejalía de Servicios, Parques, Jardines y Medio Ambiente. Este enfoque busca garantizar la conservación y ampliación de la vegetación en los espacios verdes del municipio, fortaleciendo así su biodiversidad y asegurando entornos más saludables.