El pasado miércoles se presentó en la Biblioteca Municipal D. José Vargas Gómez, «Las calles que vendrán» el último libro de Rosa Campos, oriunda de Calasparra, aunque reside en la vecina localidad de Cieza, que contó con la presencia del concejal de Cultura, Felipe García y una introducción muy especial a cargo de la escritora abaranera, Ana Torres.
Este último libro de Campos, licenciada en Historia del Arte, está compuesto por 20 relatos de temática variada. Los relatos de ‘Las calles que vendrán’, (Editorial Almadenes, 2020), escritos por su autora durante el confinamiento, tienen todo el aspecto de un desahogo que plantea asuntos como la solidaridad, la ecología, la igualdad, el reencuentro interior, el cuidado, la riqueza de las relaciones entre personas de distintas generaciones, la necesidad de los otros o el valor de la cultura.
Para Rosa, hay una clara lección en estos relatos «Partiendo de enfoques que denuncian lo que hiere y que se vuelcan en conciliar, y en los que el amor y, a veces, el humor son los que construyen. Relatos en los que la importancia de la calle -desde distintos ángulos- queda reflejada en el desarrollo de sus contextos, en los que habita la esperanza como una de las mejores herramientas del ánimo para la conquista de aquello que puede generar equilibrio, vitalidad y alegría»
Por su parte, Ana Torres definió «Las calles que vendrán» como «Un libro entrañable donde los personajes van ganando terreno conforme les vamos conociendo a través de la mano de Rosa. De una manera sabia y tierna los va vistiendo de historia. Relatos donde el denominador común es la calle, allí donde la vida pasa y se conjuga, el lugar de encuentro de todos los estatus sociales. Cada uno de los relatos nos lleva a una reflexión personal, tal vez nos haga calibrar ciertos aspectos de nuestra vida, recordar algún momento nuestro o, a alguien familiar. La autora nos presenta unas radiografías con las que nos podemos identificar, herramientas esperanzadoras. El fluir de las calles futuras, ese fluir que todos añoramos. En resumen, es un abrazo a la esperanza».