Un reventón cálido, también conocido como tormenta de arena, con rachas de vientos huracanados, que a penas duró un par de minutos, provocó este domingo la caída de un pino de grandes dimensiones en la piscina municipal que pudo haber causado una desgracia mayúscula, ya que en el momento del suceso en la zona se encontraban unos 30 bañistas.
Como consecuencia del desplome del árbol, dos trabajadoras encargadas de la venta de entradas, y control de acceso, resultaron afectadas, aunque sólo una de ellas presentaba heridas en uno de sus brazos y fue trasladada hasta el hospital de La Vega Lorenzo Guirao para realizarle un estudio que determinara el alcance de las lesiones.
El suceso tuvo lugar sobre las 17:30 horas, y tal y como nos indicó el concejal de Policía, Ignacio Carrillo, que se desplazó al complejo junto a los ediles de Deportes y Servicios para interesarse de primera mano por lo sucedido, «ha sido un milagro, ya que si el pino en vez de caer para la parte de la entrada cae hacía las piscinas, hubiese ocurrido una desgracia fuerte».
En los mismos términos se pronunció, Pablo J. Rodríguez, responsable del área de Servicios, que reconoció que «las dos mujeres habían salvado la vida de milagro» y que si el pino cae a la piscina se hubiese producido una tragedia.
Según fuentes municipales consultadas, este lunes el Ayuntamiento va a retirar el pino y comenzarán los trabajos de reparación de algunos de los desperfectos que se produjeron en las instalaciones. Igualmente se va a realizar un estudio técnico del resto de árboles que hay en los alrededores de las piscinas para conocer en el estado actual en el que se encuentran.
En cuanto a la persona que sufrió las heridas, nos han confirmado que a las pocas horas recibió el alta médica y que éstas son de carácter leve.
