El 23 de febrero se inauguró en Abarán la exposición Huellas de la Europeización en la Región de Murcia, ubicada en el edificio CIMA y que podrá visitarse hasta el próximo 23 de marzo. El ingeniero Bernard. H. Brunton es uno de los 12 personajes que componen la muestra, y los encargados de dar a conocer su figura son los investigadores ciezanos Pascual Santos y Manuela Caballero, a través de dos conferencias sobre las diferentes facetas de este emprendedor.
La primera, titulada “Bernard Haslip Brunton. La trayectoria vital de un ingeniero británico en la Región de Murcia” corrió a cargo de Manuela Caballero y se celebró el 28 de febrero en la Biblioteca de Abarán.
El contenido de la misma hace un recorrido, tanto personal como profesional, del ingeniero desde su nacimiento en Stepney, Londres, en 1871, hasta su fallecimiento en Blanca en 1953, así como de las importantes huellas que dejó en otras localidades, especialmente en Cieza, donde llegó en 1896 para dirigir la instalación de la Fábrica de la Luz San Antonio del Menjú que dotaría de electricidad por primera vez a Cieza y Abaran.
En esos años en la villa estaba emergiendo una industria que llegaría a ser la principal actividad económica de la población: el trabajo del esparto y sus manufacturas. Pronto vio las posibilidades que este sector ofrecía. Hasta ese momento los procesos eran muy rudimentarios y apenas mecanizados, lo que abría una importante perspectiva para sus ideas de modernización. También influirían en su decisión de afincarse definitivamente en Cieza motivos más personales, ya que allí contrajo matrimonio en 1899 con Carmen Trigueros Gómez, nacida en Blanca, boda que la prensa trató como “excepcional”. El matrimonio tuvo 5 hijos.
A partir de 1898, Brunton, bien sólo o en sociedad, comenzó negocios de la más diversa índole. Desde fabricar esencias, a los relacionados con el esparto y la construcción de maquinaria, infraestructuras o la automoción. Entre ellos destacar la creación de su primer taller que llegaría a ser uno de los principales de la región, el emblemático Garage Inglés. Allí tenía su depósito de vehículos a principios del siglo XX ya que era agente de la casa Ford. En él se vendían los productos más novedosos tanto nacionales como del extranjero, como por ejemplo los primeros armarios frigoríficos americanos. Otra de sus ideas innovadoras fue adquirir un camión a vapor en 1908. Todo ello sin abandonar su quehacer como ingeniero instalador de centrales eléctricas, ni su actividad inventiva que le llevó a patentar varias máquinas y un cajero automático junto con Luis Anaya Amorós.
Tras su jubilación en 1933, continuó con el negocio su hijo Arturo quien lo mantuvo hasta que, en torno a 1962, cerró definitivamente sus puertas.
Otro de los aspectos tratados en la conferencia fue su influencia en la práctica organizada del fútbol en la localidad, ya que fue el artífice de la creación del Club Deportivo Cieza en 1923.
También se dieron a conocer aspectos más personales de los miembros de la familia, por ejemplo, como les afectaron las guerras y el destino que cada uno de los hijos siguió. Durante la Guerra Civil española estuvieron en Londres y Bernardo, su esposa e hija pequeña todavía estaban allí cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, esto les decidió a volver a España, concretamente a Blanca, donde permanecería hasta su fallecimiento en 1953.
Sus descendientes están repartidos por los cinco continentes, los más cercanos a nosotros siguen en Cieza, Abarán y Blanca.
La charla terminó con el agradecimiento por parte de la conferenciante a los familiares por su colaboración y aportación de materiales que han enriquecido la investigación y han hecho posible conocer en profundidad la figura de este ingeniero inglés que llegó a finales del siglo XIX a Cieza y que con sus inventos, empresas e ideas contribuyó a modernizar la industria murciana.
