Hoy en Radio Abarán hemos querido recordar la celebración de Martes Santo con las procesiones de años anteriores y este artículo de José S. Carrasco.
Nunca más oportuna esta advocación de la Virgen que desfila y cierra el cortejo en la procesión de este Martes Santo, tan diferente y distinto a otros martes que hemos vivido, en los que ya se detectaba el movimiento social que estos días de procesiones llevan consigo: ir y venir de túnicas guardadas desde el pasado año, llevar y traer de cornetas y tambores, trasiego de flores para adornar esos tronos que tanto deseamos volver a contemplar por nuestras calles.
Es la Virgen de la Esperanza y ¿Cuándo nos ha sido más necesaria la esperanza que en estos tiempos? ¿Cuándo se ha hecho más imprescindible esta virtud teologal que en estos momentos de interrogantes e incertidumbres?
Es esta Virgen la que, como siempre, pone el punto y final a este que es realmente la primera procesión nocturna y la primera en la que ya desfilan varios tronos.
La imagen de esta Virgen ha sido por la tarde bellamente adornada sobre ese imponente trono de plata que le sirve de base. Cuatro ramos de flores la rodean.
La hermandad de las Siervas de María la custodia y la mima. En esta noche no va acompañada por mujeres con teja y mantilla; esta procesión es diferente. Son dos largas filas de mujeres vestidas de negro con su vela en la mano las que acompañan esta bella imagen.
Este desfile ha cambiado mucho desde sus orígenes, tanto en su recorrido como en su contenido, pues antes de que se construyera la parroquia de San Juan Bautista el recorrido era el tradicional, es decir, salida y llegada en el atrio de San Pablo. Igualmente, hasta hace unos años, en fechas más recientes, este desfile solo estaba integrado por dos imágenes, la del Jesús de Medinaceli y la de la Virgen, pero poco a poco se ha ido ampliando con la incorporación de más tronos y hermandades
Se ha convertido en una catequesis con algunas de las escenas más significativas de la Pasión del Señor. Y así se nos presenta el momento de Jesús en Oración en el Huerto de los Olivos que recrea esa maravillosa escena en la que contrasta la actitud vigilante y orante de Cristo frente a la de sus discípulos que están dormidos, ignorantes de lo que iba a venir. Obra que sale de las manos del escultor García Mengual y que conserva la Hermandad del Descendimiento.
La traición de Judas con un beso es otra de las escenas que se recrean en esta noche. Ya Cristo en la última cena había anunciado que uno de los que estaban con él en ese momento lo iba a entregar y todo se miraban y afirmaban que ninguno sería. Pero ya el Señor sabía que Judas lo dejaría en manos de los que lo buscaban para prenderle y el beso era la señal. Es la Hermandad de la Flagelación, de tanta raigambre, la que adquirió esta imagen, obra de García Mengual allá por el año 1995.
Pilatos es interpelado por una multitud exacerbada contra Cristo, la misma que antes lo había recibido con Hosannas triunfales, una multitud que pide un castigo y un castigo ejemplar para este hombre que ha tenido la osadía de declararse Mesías. Y Pilatos, que no veía en él culpa alguna, se lava las manos y deja hacer. Y la Hermandad del Ecce Homo custodia esta imagen y la incorpora a nuestros desfiles cada Martes Santo.
Se incorpora también al desfile de esta noche la talla del apóstol Santiago, uno de lo que formaban parte del grupo de los más dilectos, de los preferidos de Cristo, de los que están con él en los momentos más importantes. Es la hermandad de San Juan la que se encarga de su custodia.
Una Hermandad de tan larga historia como la del Tercio de Romanos o Armaos se encarga de procesionar a una imagen llena de expresividad y significado, realmente la que da sentido y razón de ser a esta semana, la de un Cristo de Medinaceli, ya escarnecido por la masa pero que serenamente soporta su dolor. Imagen que transmite dolor en los que la contemplan y que queda fijada en sus retinas en medio de la noche.
Y acaba el cortejo con la Madre, la que estuvo al pie de la cruz, triste y llorosa, la Madre de la Esperanza.
Y tras ella, como siempre, el mejor colofón, una banda de música que desgrana las notas de El Evangelista o Nuestro Padre Jesús o Solemnidad. No hay mejor final para un desfile, mejor colofón para una emotiva procesión.
Procesión de Martes Santo 2019:
Procesión de Martes Santo 2017:
Procesión de Martes Santo 2016:
