Hay eventos que realzan a un pueblo, eventos que hacen que los que somos de aquí nos sintamos orgullosos de nuestro origen y los que vienen de fuera se lleven una buena imagen de nosotros.
Pues uno de esos eventos fue la presentación el sábado 24 de los dos volúmenes que configuran el libro ABARÁN, UN SIGLO DE ZARZUELA, publicación en la que el alma ha sido Jesús de la Cruz Montiel “Piti”.
La velada fue memorable y llena de contenido pues se conjugaron la imagen, la palabra y la música en una sugerente combinación. Y, junto a ello, fue también una noche de vivencias, recuerdos y, sobre todo, sentimientos y entre ellos, el de agradecimiento que se plasmó en la dedicación de la platea número 10 a Piti, tras la lectura por parte de Jaime Tornero, concejal de Tradiciones, del acuerdo de pleno relativo a este reconocimiento más que merecido.
Y, tras el reconocimiento, la imagen, pues se visionaron dos videos sobre el paisaje de Abarán y la zarzuela en este pueblo, y, entre uno y otro, una gran sorpresa como fue la salutación de Plácido Domingo, que, desde Sevilla, con el libro entre sus manos, dirigió a Abarán un cariñoso mensaje incitando a que no se apagara nunca en este pueblo la llama del género lírico. Un sello más de calidad en esta velada.
Velada en la que contamos con la presencia del Consejero de Cultura, D. Marcos Ortuño, de los diputados regionales D. José Antonio Peñalver, D. Jesús Cano y Dª Miriam Guardiola, exalumna y amiga. Junto a ello, el alcalde y algunos miembros de la Corporación municipal.
Tras la imagen, la palabra. Y, en primer lugar, como mantenedor del acto, tomé la palabra comentando al comienzo ese sugerente contraste de este pueblo que se aferra a sus tradiciones pero que al mismo tiempo, a través de su actividad exportadora, se abre a Europa y al mundo. Tras ello, comenté las características de esta obra grandiosa con casi 700 páginas en dos volúmenes con contenidos muy diversos y, sobre todo, con casi dos mil fotografías en las que está reflejado casi todo el pueblo, realzando la inmensa labor de recopilación de Piti, labor que ha merecido la pena pues “ya queda para siempre lo que antes eran solo palabras que han volado con el paso del tiempo”.
Continué mi intervención realzando el trabajo de “hombres y mujeres que están aún entre nosotros y que portan la antorcha de la zarzuela casi con el mismo ímpetu y vigor con el que los atletas portan la antorcha olímpica, sin ceder tampoco al cansancio o al desaliento”.
Tras ello, hice referencia a tantos otros que ya nos dejaron para siempre y en los que esta noche “ha conseguido el milagro de volverlos a la vida por un rato, y ahí abajo están, apretujados, emocionados y nerviosos en los vestuarios, preparándonos una variada antología”.
Acabé incitando al público a que participara en esta magia, “no os asombréis, pues este libro ha hecho el prodigio y aquí vuelven de nuevo al escenario esta noche esos seres tan queridos, a los que tanto recordamos y debemos y que pensábamos que ya no veríamos más, pero tened paciencia porque que se están vistiendo aquí abajo, bajad las luces, cerrad los ojos, despertad la imaginación, esperad un poco, preparad el aplauso, enseguida suben…..”
Posteriormente intervino el Consejero quien excusó la ausencia del Presidente y animó a seguir con el cultivo de la zarzuela pues se ha convertido en seña de identidad de este pueblo que destaca fuera de sus fronteras por la afición a este género.
Toma la palabra Piti, salpicando su intervención con detalles de ironía y humor. Trató sobre el proceso de creación de esta obra, muy complejo, y que ha necesitado de la colaboración de mucha gente a quienes agradeció su apoyo. Habló del alto coste de la obra, pues es una edición de lujo, invitando a todos a comprar la obra para poder sufragarla.
El alcalde cerró el acto hablando de la importancia de la música para la formación de la persona, haciendo referencia a sus orígenes familiares en cuyo contexto la música fue siempre protagonista. Realzó la importancia de la obra presentada como muestra de una actividad ya casi centenaria en Abarán, animando a que no decaiga esta afición.
Con un variado concierto lírico acabó el acto y, a bastante velocidad, tuvimos que bajar al Parque donde, después de varios años, íbamos a asistir a la coronación de la Reina de las Fiestas, un logro que hay que reconocer a Isabel, la concejala de Festejos que estaba ya mucho tiempo detrás de ello. Y, para sorpresa de todos, las tres candidatas, Adela, Elena y Paula, acordaron, muy buena decisión, ser las tres Reinas sin competencias ni sorteos. Ojalá cunda el ejemplo y se animen en el futuro otras jóvenes para que no se pierda este acto que estuvo muy bien preparado, con sencillez y elegancia al mismo tiempo y que comenzó con un recuerdo alegre, que yo tengo que agradecer, a mi hermana Isa que fue concejal de Festejos y que vivía la feria con intensidad.
Y, como broche final, dos grandes abaraneros, dos excelentes artistas, Darío y Turro, llenaron de sones sabineros un parque rebosante de público como en los mejores tiempos.
Una tarde y noche tan completas que nos obligaron a ir corriendo de la ermita, con lleno hasta la bandera, al teatro, con lleno hasta la bandera, y luego al parque, con lleno hasta la bandera.
Pero mereció la pena este trasiego que nos dio la imagen de un pueblo vivo en el que debemos alejar el pesimismo y el derrotismo y pensar que Abarán tiene muchas posibilidades y creernos que, con sus tradiciones, su zarzuela, su cultura, sus veladas festivas, sus gigantes, sus norias, su paisaje… merece la pena.