Con una iglesia abarrotada de fieles abaraneros y otros muchos venidos de Lorquí, su anterior destino, de Jumilla, su pueblo natal y de Archena, donde hace tiempo desarrolló también su labor pastoral, y con una misa presidida por el vicario de zona y concelebrada por cuatro sacerdotes, este viernes tuvo lugar la toma de posesión de su cargo del nuevo párroco de San Juan Bautista de Abarán, el sacerdote diocesano D. Felipe Tomás Valero.
El ritual se llevó a cabo igual que se hizo la semana pasada en San Pablo: lectura del nombramiento de obispo, profesión de fe y juramento de fidelidad, visita al confesonario, pila bautismal, sagrario, sede…todo ello ya simboliza que un nuevo sacerdote se hace cargo de una nueva parroquia.
En su homilía, D. Alfonso Alburquerque manifestó que es un motivo de alegría y de dar gracias que no falten sacerdotes para continuar la labor de los que se van, pero que es necesario orar para que surjan nuevas vocaciones. Manifestó que era un gran regalo para Abarán el tener dos nuevos sacerdotes para estas fiestas próximas e insistió en la necesidad de atender a los más débiles.
Al finalizar la ceremonia, tomó la palabra el nuevo párroco quien manifestó que “se abre la puerta del valle para mí” y recordó que desde su anterior destino ha venido haciendo un recorrido por el río, cambiando unas norias por otras. Hizo algunas referencias a la historia de Abarán y se sintió un eslabón más de una cadena de buenos sacerdotes en esta parroquia realzando la labor del promotor de ella, Don Juan Sáez.
Dijo que comenzaba un nuevo ciclo en Abarán con la llegada al mismo tiempo de dos nuevos párrocos y manifestó su clara determinación de trabajar en comunión con el de San Pablo afirmando que “vamos a vivir en paz los dos”. Hizo referencia a su trabajo como docente en la UCAM y en el seminario, que debe simultanear con la parroquia pidiendo comprensión a los fieles pues “puedo hacer dos cosas a la vez pero no estar en dos sitios a la vez”. Se definió con el lema de su pueblo jumillano, “noble y leal” y acabó invitando a participar en el novenario y resto de cultos a los Patronos.
Deseamos a este nuevo sacerdote lo mejor en esta nueva tarea que él ha acogido con cariño y seguro que esta nueva etapa que se abre en Abaran con dos nuevos sacerdotes venidos a la misma vez será fructífera y, trabajando los dos al unísono, sin tiranteces entre ellos, seguro que, al echar las redes, conseguirán una pesca abundante.